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Poemas de Mario Benedetti y Roque Dalton A treinta y ocho años del Che 1967 - 2005El Che inmortal, por Pastor Durán Che, de chico, por Juan sasturainHistorias del viaje que convirtió a Ernesto en Che Guevara Guevara, por Rodolfo WalshEl asesinato del Che Che, hombre del siglo XXI, por Inti Peredo, Bolivia, 1969Por las rutas del doctor Guevara, por Envar El Kadri Breve cronología del Che y su épocaLa imágen del mundo El Che existencial, encuentro con Jean-Paul SartreAcerca del Che, algunas cartas Enmascarar un mito: Un rostro para el Che GuevaraCartas de Perón con motivo de la muerte del Che Che: Una aclaración necesaria, por Jorge Gómez BarataLas manos del Che, historia secreta Pasajes y personajes de la guerrilla de Ñancahuazú Entrevista con Gary Prado, el capturador del Che, 2006NOTAS RELACIONADAS
El Hombre Nuevo según el Che, por Fidel Canelón El Che y los argentinos, por Claudia Korol Inti PeredoENLACES RELACIONADOS:100 imágenes del Che Centro de Estudios Che Guevara La Fogata: Seguimos adelante, comandanteEl Latinoamericano: Especial El Che http://www.echeguevara.com.ar/Isla Grande-Ernesto Che Guevara Ernesto Che Guevara-ObrasChe Guevara Archive Granma Internacional Digital-Che GuevaraErnesto Che Guevara El comandante Che Guevara
Homenajes
Consternados, rabiososVámonos,derrotando afrentasErnesto Che Guevara
Así estamosconsternadosrabiososaunque esta muerte seauno de los absurdos previsiblesda vergüenza mirarlos cuadroslos silloneslas alfombrassacar una botella del refrigeradorteclear las tres letras mundiales de tu nombreen la rígida máquinaque nuncanunca estuvocon la cinta tan pálidavergüenza tener fríoy arrimarse a la estufa como siempretener hambre y comeresa cosa tan simpleabrir el tocadiscos y escuchar en silenciosobre todo si es un cuarteto de Mozartda vergüenza el conforty el asma da vergüenzacuando tú comandante estás cayendoametralladofabulosonítido
eres nuestra conciencia acribillada
dicen que te quemaron con qué fuegovan a quemarlas buenas nuevasla irascible ternuraque trajiste y llevastecon tu toscon tu barro
dicen que incinerarontoda tu vocaciónmenos un dedobasta para mostrarnos el caminopara acusar al monstruo y sus tizonespara apretar de nuevo los gatillosasí estamosconsternadosrabiososclaro que con el tiempo la plomizaconsternaciónse nos ira pasandola rabia quedaráse hará más limpiaestás muertoestás vivoestás cayendoestás nubeestás lluviaestás estrelladonde estés si es que estássi estás llegandoaprovecha por fina respirar tranquiloa llenarte de cielo los pulmonesdonde estés si es que estássi estás llegandoserá una pena que no exista Diospero habrá otrosclaro que habrá otrosdignos de recibirtecomandante.Mario BenedettiMontevideo, octubre de 1967
Credo del CheEl Ché Jesucristofue hecho prisionerodespués de concluir su sermón en la montaña(con fondo de tableteo de ametralladoras)por rangers bolivianos y judíoscomandados por jefes yankees-romanos.Lo condenaron los escribas y fariseos revisionistascuyo portavoz fue Caifás Monjemientras Poncio Barrientos trataba de lavarse las manoshablando en inglés militarsobre las espaldas del pueblo que mascaba hojas de cocasin siquiera tener la alternativa de un Barrabás(Judas Iscariote fue de los que desertaron de la guerrillay enseñaron el camino a los rangers)Después le colocaron a Cristo Guevarauna corona de espinas y una túnica de locoy le colgaron un rótulo del pescuezo en son de burlaINRI: Instigador Natural de la Rebelión de los InfelicesLuego lo hicieron cargar su cruz encima de su asmay lo crucificaron con ráfagas de M-2y le cortaron la cabeza y las manosy quemaron todo lo demás para que la cenizadesapareciera con el vientoEn vista de lo cual no le ha quedado al Ché otro caminoque el de resucitary quedarse a la izquierda de los hombresexigiéndoles que apresuren el pasopor los siglos de los siglosAmén.
"Jorge Cruz" (Roque Dalton)
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A treinta y ocho años del Che 1967 - 2005Por Pablo MoraSi el poeta eres tú, como dijo el poeta, y el que ha tumbado estrellas en mil noches de lluvias coloridas eres tú, qué tengo yo que hablarte, Comandante. Si el que asomó al futuro su perfil y lo estrenó con voces de fusil fuiste tú, guerrero para siempre, tiempo eterno, qué puedo yo cantarte, Comandante. (Pablo Milanés). Estás en todas partes. En el indio hecho de sueño y cobre. Y en el negro revuelto en espumosa muchedumbre, y en el ser petrolero y salitrero, y en el terrible desamparo de la banana, y en la gran pampa de las pieles y en el azúcar y en la sal y en los cafetos, tú, móvil estatua de tu sangre como te derribaron, vivo, como no te querían, Che Comandante, amigo.
Cuba te sabe de memoria. Rostro de barbas que clarean. Y marfil y aceituna en la piel de santo joven. Firme la voz que ordena sin mandar, que manda compañera, ordena amiga, tierna y dura de jefe camarada. Te vemos cada día y puro como un niño o como un hombre puro, Che Comandante, amigo. Pasas en tu descolorido, roto, agujereado traje de campaña. El de la selva, como antes fue el de la Sierra. Semidesnudo el poderoso pecho de fusil y palabra, de ardiente vendaval y lenta rosa. No hay descanso. ¡Salud, Guevara! O mejor todavía desde el hondón americano: Espéranos. Partiremos contigo. Queremos morir para vivir como tú has muerto, para vivir como tú vives, Che Comandante, amigo. (Nicolás Guillén) Te han cubierto de afiches, de pancartas, de voces en los muros, de agravios retroactivos, de honores destiempo. Te han transformado en pieza de consumo, en memoria trivial, en ayer sin retorno, en rabia embalsamada. Y quizás han resuelto que la única forma de desprenderse de ti o dejarte al garete es vaciarte de lumbre, convertirte en héroe de mármol o de yeso y por lo tanto inmóvil o mejor como mito o silueta o fantasma del pasado pisado; sin embargo tus ojos interminables, Che, miran como si no pudieran mirar, asombrados tal vez de que el mundo no entienda que treinta y tres años después sigues bregando dulce y tenaz por la dicha del hombre. (Mario Benedetti) Pudiste haber muerto en un terremoto cuando bebías unos tragos con los amigos de tu barrio, cuando fuiste declarado no apto para el servicio militar obligatorio, cuando tuviste tu primer desengaño amoroso y te fuiste a recorrer el mundo como un ferrocarrilero perdido. O sea noche. Cuando los muchachos del colegio se burlaban de ti porque no sabías bailar caminito que el tiempo ha borrado, y la soledad creció como un águila misteriosa en tus labios. Sí. Pudiste haber muerto en el cine o en la tranquilidad de la lluvia como cualquiera de nosotros: pensando en las musarañas, en carlitos gardel o en el cabro de borges. O en esa vecina que creía en la amistad como un árbol lleno de espejos. Pero jamás falleciste ni siquiera cerraste los ojos cuando te cortaron las manos y te dispararon un tiro en la nuca y otro en el pecho. Ni cuando escribías en la selva algunos breves poemas al pie de un tronco musgoso. Ni cuando amanecías buscando el sol en los bosques. Ni cuando mandaste al diablo a monje (del pc-boliviano) y te quedaste solo, besando con tus compañeros la soledad de la noche. Y menos cuando triunfó la revolución y los caracoles y retamas abrieron sus espumas de fuego. Porque no morirás jamás "sabueso contemporáneo" de la historia. Pues solamente falleciste como tú querías: recordando la historia de los hombres y avanzando a gritos en el río y escupiéndole en el corazón a tu verdugo y haciéndole comprender a una humilde profesora las miserias de su patria y las sombras agujereadas de su vida. (Nicolás Guillén) Yo tuve un hermano. No nos vimos nunca pero no importaba. Yo tuve un hermano que iba por los montes mientras yo dormía. Lo quise a mi modo, le tomé su voz libre como el agua, caminé de a ratos cerca de su sombra. No nos vimos nunca pero no importaba, mi hermano despierto mientras yo dormía, mi hermano mostrándome detrás de la noche su estrella elegida. (Julio Cortázar) Tu mano gloriosa y fuerte desde la historia dispara cuando todo Santa Clara se despierta para verte. Aquí se queda la clara, la entrañable transparencia de tu querida presencia, Comandante Che Guevara. Seguiremos adelante, como junto a ti seguimos y con Fidel te decimos Hasta Siempre Comandante. (Carlos Puebla) Así estamos, consternados, rabiosos, aunque esta muerte sea uno de los absurdos previsibles. Da vergüenza mirar los cuadros, los sillones, las alfombras; sacar una botella del refrigerador, teclear las tres letras mundiales de tu nombre en la rígida máquina que nunca nunca estuvo con la cinta tan pálida. Vergüenza tener frío y arrimarse a la estufa como siempre, tener hambre y comer esa cosa tan simple, abrir el tocadiscos y escuchar en silencio sobre todo si es un cuarteto de Mozart. Da vergüenza el confort y el asma da vergüenza, cuando tú comandante estás cayendo … ametrallado, fabuloso, nítido… eres nuestra conciencia acribillada. Dicen que te quemaron... con qué fuego van a quemar las buenas buenas nuevas, la irascible ternura que trajiste y llevaste con tu voz, con tu barro. Dicen que incineraron toda tu vocación menos un dedo… basta para mostrarnos el camino, para acusar al monstruo y sus tizones, para apretar de nuevo los gatillos. Así estamos, consternados, rabiosos, claro que con el tiempo la plomiza consternación se nos irá pasando, la rabia quedará, se hará más limpia. Estás muerto, estás vivo, estás cayendo, estás nube, estás lluvia, estás estrella… Donde estés … si es que estás … si estás llegando…
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Crezcan como buenos revolucionarios. Estudien mucho para poder dominar la técnica que permite dominar la naturaleza. Acuérdense que la Revolución es lo importante y que cada uno de nosotros, solo, no vale nada. Sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario. (Ernesto Che Guevara). Ejemplo indestructible y que, aun destruido en la persona, en nada habrá de menguar la lucha que se lleva adelante para la liberación de la América nuestra – la auténtica, la que verdaderamente podemos llamar "nuestra" en tiempo presente. El mito, la leyenda, la conseja, la tradición transmitida de boca en boca, lleva, a lo ancho de las tierras, en el lomo de las cordilleras, a lo largo de los ríos, el nombre del Che. Nombre de un hombre por siempre inscrito en el gran martirologio de América, que se hizo uno con la idea misma de la revolución y, caído, habrá de levantar nuevas energías revolucionarias en el camino donde, según últimas palabras de su diario, el paso de sus hombres "había dejado huellas". Huellas que no se borran. Que jamás habrán de borrarse. Que quedan marcadas en el sueño del continente entero. (Alejo Carpentier). El Che, como pocos hombres en nuestro hemisferio, entendió que la revolución es una gran aventura. Un desafío a la realidad y un compromiso feroz con la imaginación. Un ejército ético propio de una conciencia de titanes, donde se sabe de antemano y con lucidez que la libertad se inventa en la acción sublime de cada día. (Iván Darío Álvarez). La figura del Comandante Che Guevara es hoy más que nunca para nosotros como un relámpago de oro en la conciencia. Su acción y su pensamiento, su increíble audacia histórica, constituyen una permanente advertencia para todos aquellos que pensamos, con Marx, que no basta con interpretar el mundo, sino que es preciso cambiarlo, transformarlo, alterarlo revolucionariamente. El Che Guevara hablaba constantemente de la necesidad de crear un hombre nuevo, que él llamaba "el hombre del siglo XXI", y advertía que esa era una tarea enormemente dificultosa; nosotros, aquí y ahora, tenemos el deber, al recordar hoy la figura del guerrillero asesinado, de meditar a fondo sobre ese principio revolucionario que, desgraciadamente, ha sido tomado muy poco en cuenta por los revolucionarios socialistas. (Ludovico Silva). ¿Dónde estás, caballero, el más puro, caballero, el mejor caballero? Encendiendo el hachón guerrillero en lo oscuro, señora, en lo oscuro. (Mirta Aguirre). Che recuerda lo que ya sabemos desde Espartaco y que a veces olvidamos: la Humanidad encuentra en la lucha contra la injusticia un escalón que la eleva, que la hace mejor, que la convierte en más humana. (Subcomandante Marcos). Fuente: www.poesia.org.ve
El Che inmortalPor Pastor E. Durán, 17/10/2005)Me encontraba en los días finales de septiembre disfrutando del Festival Folklórico de la Mejorana en Guararé, cuando observé el famoso retrato del Che Guevara con su estrella de comandante en la boina, estampado en el sweter de un joven lugareño. Viví en Guararé la época de la epopeya de la Sierra Maestra, transmitida a través de la revista cubana Bohemia.Después del triunfo de la Revolución socialista, seguí la trayectoria del legendario médico guerrillero. Por eso, no pude más que experimentar una vez más la admiración por la inmortalidad del Che, porque, como bien lo dijo el escritor argentino Emilio Corbière, 'Ernesto Guevara no es sólo el quijote revolucionario, el teórico de la construcción socialista, es algo mucho más importante: es el ejemplo moral'. Sí, antes de ser guerrillero, como joven inquieto, se encontraba realizando un viaje de placer por toda Latinoamérica recién graduado de médico, cuando lo sorprendió en Guatemala el derrocamiento del presidente socialista Jacobo Arbenz, derrocamiento financiado por el gobierno norteamericano de aquella época; salió fugazmente de Guatemala tras una rápida pero profunda compenetración del drama político e ideológico, rumbo a México, donde -siendo asmático- se unió al grupo de jóvenes cubanos que derrocarían al dictador derechista Fulgencio Batista, abandonando a su familia, su fortuna, su carrera profesional. Allí en México, tras un entrenamiento militar, recibió el apodo de 'El Che', que llevaría con agrado porque le recordaba a su patria chica: Argentina, apodo con el cual se haría famoso tras el triunfo de la Revolución Cubana. En Cuba abandonó los altos cargos que ocupaba como dirigente del gobierno, para involucrarse en otra guerrilla, en Bolivia, donde caería herido y sería fusilado en una escuelita rural por órdenes del gendarme internacional. Dicen los idealistas que eso se llama 'moral revolucionaria'. La misma que llevó al escritor norteamericano John Reed a pelear en la Revolución de Octubre junto a los obreros y campesinos rusos. La misma que llevó al médico Norman Bethune, a unirse a los revolucionarios chinos, distinguiéndose por su valor y conocimientos científicos, en representación de la izquierda de Estados Unidos y Canadá. Fue la misma moral que mantuvieron los brigadistas internacionales que convergieron en 1936, en la España Republicana, para luchar contra el fascismo. El venezolano Francisco Miranda, precursor de la independencia latinoamericana, también peleó lejos de su tierra como voluntario en la Revolución Norteamericana de 1776 y en la Revolución Francesa de 1789. Regresó a su Patria chica, para luchar por la independencia de las colonias hispanoamericanas. Al Che, los imperialistas le cortaron las manos sólo para cotejarlas con sus huellas dactilares y estar seguros de que se trataba de él. Pero desaparecieron el resto de su cuerpo creyendo que así lograrían desaparecerlo por siempre. Y, qué casualidad, al lado de la tumba del Libertador Simón Bolívar hay un féretro abierto, esperando que allí logren algún día reposar los restos de Miranda, porque al igual que pasó con los despojos del Che, los de Miranda fueron desaparecidos. Los imperialistas y sus esbirros criollos tienen esta costumbre de ensañarse con los cuerpos de los revolucionarios. Igual sucedió con los restos del dirigente popular izquierdista Floyd Britton, del dirigente campesino Encarnación González, del dirigente indígena Tomás Palacios Salinas y muchos otros que combatieron a la dictadura contrainsurgente de Omar Torrijos y Manuel Antonio Noriega en nuestro país. Cuando se habla de moral aplicada a un comunista, es decir, a un materialista -filosóficamente hablando-, a uno que no cree en Dios, pero que está dispuesto a dar hasta la vida por los pobres, nos viene a la mente un largo listado de 'comunistas' entre comillas, más bien 'pancistas', que traicionaron sus ideales y a sus compañeros por una beca, por un puesto en el engranaje gubernamental o hasta por un par de zapatos. A esos habría que recordarles las palabras del Che: 'El socialismo económico sin la moral comunista no me interesa. Luchamos contra la miseria, pero luchamos al mismo tiempo contra la alienación. Uno de los objetivos fundamentales del marxismo es eliminar el interés, el factor 'interés individual' y el lucro de las motivaciones psicológicas. Marx se preocupa tanto de los factores económicos como de su repercusión en el espíritu. Llamaba a esto 'hecho de conciencia'. Si el comunismo se desinteresa de los hechos de conciencia, podrá ser un método de distribución, pero no será jamás una moral revolucionaria' (Che).Fuente: www.argenpress.info
Che, de chicoPor Juan SasturainSe sabe que el Che es de Rosario; ahí nació el 14 de junio del ’28. Pero mal que les pese a los rosarinos, fue un toque. Llegó en la panza de su madre embarazada poco antes, y en sus brazos se fue poco después. ¿De dónde venían y adónde iban tan apurados Celia de la Serna y Ernesto Guevara Lynch, joven pareja aventurera? Venían y se fueron, enseguida de parir, a la selva. Por barco, para más datos: se fueron a Caraguatay. “Caraguatay” suena ucrónicamente casi cubano. Suena como “Camagüey”, por ejemplo. Sin embargo, Caraguatay –que quiere decir “agua dulce de ananá silvestre”– es puro topónimo guaraní y nombra una colonia del Alto Paraná, a medio camino entre Posadas y las Cataratas. Antes se llegaba sólo por el río; hoy se alcanza desde el sur por una Ruta 12 parejita y cambiante de palmeras, subidas y bajadas constantes, hasta el momento de girar a la izquierda hacia el Paraná, cambiar asfalto por tierra obviamente colorada. La Colonia Caraguatay es hoy un municipio pero alguna vez fue un pedazo de selva virgen que alguien, la Colonizadora, comenzó, en la primera posguerra, a segmentar para su explotación. Cayeron suizos y alemanes vestidos de blanco y con sombrero de corcho en el “Iberá” –un lento vapor con ruedas de paleta que había acarreado ingleses por el Nilo– y también criollos como el ex estudiante de arquitectura de San Isidro y su joven esposa. No vivían más de cien personas en la colonia cuando en octubre de 1927 Guevara Lynch tomó posesión de sus 200 hectáreas, construyó la casa de madera con entrepiso sobre pilotes de material y –según cuenta en Mi hijo el Che– se dedicó él también a intentar la explotación del bosque natural y el cultivo de la yerba mate. No se quedaría mucho tiempo, sin embargo. Según algunos, se fueron con su bebé en el ‘30; según otros, estuvieron dos años más. La unidad de explotación siguió un tiempo hasta que la vendieron en 1940. Y de la casa original, o de la que se supone que lo fue, sólo quedan los pilotes. Pilotes con vista al río allá abajo, a la barranca y a la isla Caraguatay que está ahí nomás, entre el verde, río arriba. Y la permeable costa paraguaya a pocos golpes de remo.Hay fotos de Ernestito. Son casi las primeras. Una, sostenido de las manos para dar los primeros pasos; alguna otra en la cruz del caballo, con su padre a la rienda. El texto evocativo lo recuerda dando pasos vacilantes, llevando el mate de mano en mano, yéndose de panza al suelo al tropezar entre risas. Poco más que eso.Hace unos siete años, un poco más de la décima parte de aquella propiedad originaria se convirtió en el Parque Provincial Ernesto Guevara de la Serna. Dentro de él, en la zona más acotada de tres hectáreas, va tomando forma el Solar del Che. Ahí está lo que queda de la vivienda original y, como sede para las actividades del Solar, la casa que construyeron posteriores propietarios, reacondicionada, más las instalaciones complementarias. El recorrido turístico es breve y denso en sensaciones. Un sendero entre sombras húmedas y tupidas lleva al arroyo Salamanca –proveedor entonces de agua dulce, del baño fresco para todos– apenas a trescientos metros de la casa. El silencio equívoco poblado de rumores de agua y alternos cantos de pájaros es sobrecogedor. Por ahí anduvo el Che de chico; de muy chiquito lo bañaban en esas aguas, pisaba ese barro, oía esos ruiditos. Un ambiente natural no demasiado diferente –piensa uno, es inevitable– del que lo vio morir como hombre y como quien vuelve a casa, en La Higuera boliviana. Inevitable, necesariamente, no todo es turismo y recuerdos de haber estado para llevarse a casa. El fin de semana pasado, precisamente, al cumplirse un año más de la muerte de Guevara, en este Solar del Che que lo recuerda y homenajea ya puesto a punto, hubo unas jornadas de pensamiento nacional y latinoamericano organizadas por las autoridades de Cultura de la provincia. Y todos se llevaron algo más que una foto con gorra y estrella famosa: la sensación, la certeza de que las cosas empiezan alguna vez en alguna parte. En este caso, precisamente ahí.
Fuente: Página/12, 12/10/05
Historias del viaje que convirtió a Ernesto en Che Guevara
Clarín reunió a tres de sus compañeros en la travesía que siguió a la registrada en la película "Diarios de Motocicleta". Hacía más de 50 años que no se veían.CARLOS "CALICA" FERRER, JOSE MARIA NOGUES Y OSCAR VALDOVINOS EVOCAN Al AMIGO A 38 AÑOS DE SU MUERTEWalter Curia y Ricardo Rios. wcuria@clarin.com; rrios@clarin.comCuidámelo mucho a Ernestito". A Carlos "Calica" Ferrer todavía le resuena el pedido, casi un ruego de Celia en la estación Retiro del Belgrano, cuando el tren arrancaba rumbo a Bolivia. Era el reclamo propio de una madre que no se resignaba al destino nómade de su hijo. Calica, el amigo, asintió casi de compromiso. Había una precaria hoja de ruta, pero se respiraba en el aire que ese viaje sería más que una colección de anécdotas y que iba a terminar en un punto no calculado por nadie. Era comprensible: ni Celia, ni Calica, ni el entusiasta puñado de amigos que fue a despedir a los viajeros, podía imaginar que esa travesía iba a convertir al entonces flamante médico Ernesto Guevara de la Serna en el Comandante Che Guevara.Pasó mucho tiempo desde aquel 7 de julio de 1953. Pero el recuerdo aparece con nitidez en un living de un departamento en el barrio de La Boca, hoy escenario del reencuentro —después de más de 50 años— de tres de los compañeros de aquel recorrido que tuvo para Guevara como estación terminal, tres años más tarde, la inhóspita Sierra Maestra, en la isla de Cuba. Ninguno llegó tan lejos.Calica, el que subió en Retiro, quiso cumplir con el plan y siguió viaje a Venezuela, separándose de su compinche de la infancia en Guayaquil, Ecuador. Frustrado estudiante de medicina, hoy está retirado de la actividad mercantil. Nunca se retirará de la evocación de su amigo.José María Nogués, ex ministro de Economía de Tucumán y hoy asesor en finanzas, formó parte de esta historia mientras duró la escala boliviana. Asesor legal de sindicatos y ex hombre fuerte del Partido Intransigente, Oscar Valdovinos compartió el destino de Ernesto hasta la hora del adiós en Guatemala. Fue el último de ellos en verlo con vida."Cuando vi Diarios de Motocicleta llevada al cine, me emocionó escuchar a Celia cuando le pide a Alberto Granados (el otro gran amigo del joven Guevara) lo mismo que me pidió a mí", rememora Ferrer. Y agrega: "Mirá qué nene me tocaba cuidar", riéndose de sí mismo. Ernesto y Calica se conocían de una infancia común en Alta Gracia, Córdoba. Ya adolescentes vivieron a pocas cuadras en el barrio porteño de Palermo.Para los tres, que ya pasaron la barrera de los 70, el Che Guevara es Ernesto. Para los tres, Ernesto era un joven inteligente, culto por encima de la media, de humor cáustico. Para Valdovinos, más directo, cultivaba un "humor jodido".Pasajeros de segunda clase, en Tucumán subieron a su tren a Nogués. Ya no quedaban rastros de las botellas de vino Toro y el pollo que otros amigos les habían arrimado en Córdoba. Nogués, universitario como ellos, era la llave para entrar a Bolivia: su padre daba cobijo a quienes como él eran exiliados antiperonistas No era éste el caso, sin embargo.La Argentina despidió a Guevara en La Quiaca con un ataque de asma que estremeció a todo el grupo. No habían servido, estaba visto, los improbables cigarrillos del "Doctor Andreu", que Ernesto fumaba "por prescripción médica".Bolivia garantizaba emociones fuertes: el gobierno revolucionario de Víctor Paz Estenssoro pretendía cambiar el mundo. Había disuelto el Ejército y se aprestaba a repartir la tierra entre los campesinos, una mayoría indígena que resultaba un enigma para los aventureros, impotentes para franquear el muro de silencio que les presentaban. Ninguno de ellos le encuentra hoy sentido a la decisión del Che de regresar a ese mismo escenario, donde encontraría la muerte una década más tarde."Lo de Bolivia se torna inexplicable", dice Valdovinos, que cuando era el joven "Valdo" asegura haber hablado mucho con Ernesto de sus experiencias con los indígenas. Valdovinos ya había pasado por Bolivia en un "tour militante" que arrancó en la Facultad de Derecho de La Plata y terminó en virtual exilio del régimen de Perón.También se apunta Nogués: "Para mí fue un suicidio". Nogués, el "chicato vendutto" para Ernesto, cuenta un episodio que consigna cualquier biografía rigurosa sobre el Che. "Espolvoreaban a los indios con DDT en los pasillos del ministerio de Asuntos Campesinos para matarles los piojos". Esas cabezas blanqueadas de veneno tornarían crítica la mirada del grupo sobre la revolución. "Nosotros decíamos que era la revolución del DDT", recuerdan hoy.Ernesto no era fácil de impresionar. Relata Nogués que un día lo encontró haciendo una cola en espera de una cuchara y un plato con los que un grupo de collas comía en la calle. Calica no compartía esos hábitos. "Vos sos un pituco de mierda", le recriminaba Guevara. Empezaba a abrirse una grieta entre ambos.¿A donde iba Guevara? El plan original era reencontrarse en Venezuela con Granado, que le garantizaba trabajo en un leprosario igual que durante el viaje de la motocicleta. De ahí en adelante todo estaba abierto: "Una noche en el cabaré Gallo de Oro, Ernesto me confesó que quería trabajar allí dos años, hacerse de un toco de guita y luego viajar a París a especializarse en alergia", recuerda Nogués. "Mi asma es alérgica", me decía Ernesto.En el living de La Boca se amontonan los recuerdos. Bolivia los conectó con otro exiliado: Ricardo Rojo, un radical "progresista", como lo definen hoy, que se había escapado de una comisaría porteña. Rojo no pasa inadvertido en la vida del Che. Muchas veces se cruzaron sus caminos. Pero es un personaje que despierta controversias entre estos hombres. Hablan de una historia negra, de una posible pertenencia a los dictados de la CIA y de un libro sobre el Che plagado de imprecisiones. Jon Lee Anderson, autor de una biografía definitiva de Ernesto Guevara coincide en subestimar el valor de "Mi amigo el Che", de la pluma de Rojo.Ni las juergas con la alta sociedad paceña de la mano del tío de Nogués ("Gobo", un bonvivant latinoamericano) ni las experiencias en las minas de wolframio detuvieron a Ernesto, el "jefe" de la expedición para Calica.De los aires revolucionarios de Bolivia pasaron a la dictadura de Odría en Perú, donde los de Alta Gracia conocerían la cárcel, unas horas apenas. Los pocos libros sobre la experiencia boliviana que llevaba Guevara no fueron la mejor carta de presentación y se los confiscaron.Hay coincidencia en que Ernesto no era por entonces un militante político. "Todos éramos gorilas. Y así como Ernesto era antiperonista, también era anticomunista. Tenía sí una gran sensibilidad social", dice Valdovinos, que conocería a Guevara en Guayaquil, en setiembre de 1953.Más, Chancho (como le gustaba a Guevara que lo llamaran) se fastidiaba con el calor de las discusiones políticas entre Rojo y Valdovinos, declarado entonces como trotskista. "Déjense de joder, siempre con lo mismo", recuerdan sus rezongos en la pensión de mala muerte que compartían en Ecuador.Perú había pasado como una exhalación con escalas en Machu Picchu y Cuzco. Las condiciones en Guayaquil eran miserables y ya no había objetos que vender. Pero al menos tenían todo el tiempo del mundo para buscar algún modo de supervivencia.Valdovinos daba conferencias sobre tango y reforma agraria, tema que le costó algún mal momento con la oligarquía de Cuenca. Ernesto consiguió un conchabo en el puerto de Guayaquil, midiendo las entradas de los buques bananeros. Junto a Valdovinos aparecieron otros dos viajeros también universitarios de Derecho de La Plata: Eduardo "Gualo" García y Andrews "Andro" Herrero, ya muertos.El proyecto Venezuela se fue al diablo para Ernesto. Los platenses y Ricardo Rojo lo persuadieron de no perderse la experiencia revolucionaria de Jacobo Arbenz en Guatemala. Calica no cultivó resentimiento por el cambio de planes de su amigo. "Sí me dio bronca cuando me envió un telegrama a Quito: ''Llegó barco bananero. Nos vamos con Gualo''. Era el barco de la United Fruit". Enemigos íntimos a bordo.Valdovinos no sólo se les había adelantado: en la escala Panamá, contrajo un matrimonio relámpago, con Luzmila, la hija de un empinado diputado panameño. Sin autorización del padre de la novia, Valdovinos se fugó y la pareja se reencontró en Guatemala.Entre la llegada de Ernesto, el 31 de diciembre, y la caída de Arbenz pasaron ocho meses, en los que Guevara contactó por primera vez a exiliados cubanos que escaparon de la muerte en el fallido asalto al Cuartel de la Moncada que lideró un joven abogado en Santiago de Cuba: Fidel Castro. Habían pasado apenas cinco meses de ese episodio, que coincidió con el inicio del viaje aventurero de Guevara mucho más al sur de la región.La revolución guatemalteca necesitaba médicos. Y los viajeros necesitaban comer, mucho más Ernesto, de un hambre voraz y que solía aconsejar cuando los platos estaban llenos: "Hay que comer por las dudas".Valdovinos recuerda la expectativa con la que lo mandaron a Ernesto para su primer día de empleo en el Ministerio de Salud, dominado entonces por el comunismo local. "Lo vestimos y lo peinamos como a un chico. Queríamos vivir todos de ese trabajo durante meses", dice.La ilusión colectiva se derrumbó en días: Guevara se negó a hacer una contribución de su bolsillo, "los sacó cagando" y se mandó a mudar. Cambió el ministerio por la venta ambulante. Ofrecía con singular éxito entre los indígenas locales unos cristos negros que encendían una lamparita en su interior.Valdovinos no se quedaría a ver el fin de Arbenz y la transformación de Guevara. Volvería a Panamá, ya indultado por su suegro y casado por Iglesia. Ernesto fue el testigo religioso de esa boda.El gesto le valió que Valdovinos le regalara su traje . Lo bautizó "Oscar", siguiendo la insólita costumbre de ponerle nombre a sus trajes. Dos números más grande de lo que pedía su talla, Valdovinos recuerda a Guevara metido en ese ambo agitado por el viento en la pista del aeropuerto. El hombre que flameaba en ese traje gris tiza tenía por delante en Guatemala sólo un mes más. Lo esperaba un exilio en México y un traje de comandante de la revolución cubana.
LA REVOLUCION CUBANA, LAS MUJERES Y EL AMIGOCuando tres hombres de setenta se ponen a hacer memoriaPero vos has comprado la historia de la CIA!". Calica Ferrer se indigna frente a una insinuación de José Nogués sobre el destino trágico de Camilo Cienfuegos, uno de los líderes de la revolución cubana muerto en condiciones nunca claras, a poco de la caída de Batista.La discusión se tensa entre los viejos compañeros de viaje de Ernesto Guevara, quienes van a tener visiones diferentes sobre el rumbo del régimen de Castro y hasta sobre los motivos que llevaron al Che a la muerte en La Higuera, Bolivia, hace hoy 38 años.Ferrer es el más apasionado, el hombre que alimenta al mito del Che contra todo cuestionamiento y quien va a defender cada una de sus decisiones. "El destino quiso que Ernesto muriera así para que hoy sea quien es", dice Calica. Y acuña un comentario agudo: "La clase media argentina admira a Guevara, pero al mismo tiempo el Che los incomoda". Se confiesa "no comunista". Nogués es un hombre de espíritu crítico y va a hablar sin contemplaciones sobre la revolución. "Ya en 1964 Ernesto publica un artículo en la revista económica de Oxford, en Londres, con críticas muy duras a los errores económicos de Castro".Valdovinos, que fue funcionario de Frondizi en los sesenta, se declara un "entusiasta defensor" de la revolución cubana y elogia los logros sociales. Pero cuestiona "la poca flexibilidad de Fidel para instrumentar una política de adecuación" ante la caída de la Unión Soviética y habla de "resquebrajamientos" en el entorno de Castro. Nogués coincide con él: "A su edad, Castro no puede manejar las luchas internas. El sistema es perverso: he estado con cubanos en Londres, respetabilísimos, que han sido liquidados por el poder en La Habana".Tres hombres de más de 70 años hablan de lo que fueron sus vidas a los 20. Mencionan al primer peronismo como "una democracia fuerte", una figura que va a ser festejada, hablan de las dictaduras de derecha y de las experiencias "populistas" en los 50. Cambian ironías sobre sus actuales estados.—Nunca he podido escribir sobre Ernesto. Me niego —admite Valdovinos.—¿Por qué? —colabora Calica con los periodistas. —Tendría que ser crítico de su pensamiento político.Valdovinos fue el único de ellos que alcanzó a ver al Che como personaje. Fue en la casa de Celia, la madre del comandante, el 18 de agosto de 1961, cuando llegó de incógnito a la Argentina para entrevistarse con el entonces presidente Frondizi en Olivos. Fue apenas un abrazo: Guevara debió huir ese mismo día de una Argentina y un Gobierno sometidos por el partido militar.Aparece en la conversación la peruana Hilda Gadea, la primera mujer de Ernesto, clave en su formación política. "Era fea como un susto", asegura uno de ellos. Los tres justifican el casamiento de un tipo exitoso con las mujeres en la contención que Gadea sabía darle durante sus feroces ataque
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Guevara, por Rodolfo WalshEl presente texto fue extraído de una recopilación de artículos sobre el Che Guevara publicado por la Casa de las Américas en 1986.¿Por quién doblan las campanas? Doblan por nosotros. Me resulta imposible pensar en Guevara, desde esta lúgubre primavera de Buenos Aires, sin pensar en Hemingway, en Camilo, en Masetti, en Fabricio Ojeda, en toda esa maravillosa gente que era La Habana o pasaba por La Habana en el 59 y el 60. La nostalgia se codifica en un rosario de muertos y da un poco de vergüenza estar aquí sentado frente a una máquina de escribir, aun sabiendo que eso también es una especie de fatalidad aun si uno pudiera consolarse con la idea de que es una fatalidad que sirve para algo.Lo veo a Camilo, una mañana de domingo, volando bajo en un helicóptero sobre la playa de Coney Island, asomándose muerto de risa y la muchedumbre que gozaba con él desde abajo. Lo oigo al viejo Hemingway, en el aeropuerto de Rancho Boyeros, decir esas palabras penúltimas: "Vamos a ganar, nosotros los cubanos vamos a ganar". Y ante mi sorpresa: "I´m not a yankee, you know".Interminablemente veo a Masetti en las madrugadas de Prensa Latina, cuando ya se tomaba mate y se escuchaba unos tangos, pero el asunto que volvía era el de esa revolución tan necesaria, aunque hoy se presenta tan dura, tan vestida con la sangre de la gente que uno admirado simplemente quiso.Nunca sabíamos en Prensa Latina, cuándo iba a venir el Che, simplemente caía sin anunciarse, y la única señal de su presencia en el edificio eran dos guajiritos con el glorioso uniforme de la sierra, uno se estacionaba junto al ascensor, otro ante la oficina de Masetti, metralleta al brazo. No sé exactamente por qué daban la impresión de que se harían matar por Guevara, y cuando eso ocurriera no sería fácil.Muchos tuvieron más suerte que yo, conversaron largamente con Guevara. Aunque no era imposible ni siquiera difícil yo me limite a escucharlo, dos o tres veces, cuando hablaba con Masetti. Había preguntas por hacer pero no daban ganas de interrumpir o quizá las preguntas quedaban contestadas antes de que uno las hiciera. Sentía lo que él cuenta que sintió al ver por única vez a Frank País: sólo podría precisar en este momento que sus ojos mostraban enseguida el hombre poseído por una causa y que ese hombre era un ser superior. Yo leía sus artículos en Verde Olivo, lo escuchaba por TV: Parecía suficiente, porque Che Cuevara era un hombre sin desdoblamiento. Sus escritos hablaban con su voz, y su voz era la misma en el papel o entre dos mates en aquella oficina del Retiro Médico.Creo que los habaneros tardaron un poco en acostumbrarse a él, su humor frío y seco, tan porteño, debía caerles como un chubasco. Cuando lo entendieron, era uno de los hombres más queridos de Cuba.De aquel humor se hacia la primera víctima. Que yo recuerde, ningún jefe de ejército, ningún general, ningún héroe se ha descrito a sí mismo huyendo en dos oportunidades. Del combate de Bueycito, donde se le trabo la ametralladora frente a un soldado enemigo que lo tiroteaba desde cerca, dice: "mi participación en aquel combate fue escasa y nada heroica, pues los pocos tiros los enfrenté con la parte posterior del cuerpo". Y refiriéndose a la sorpresa de Altos de Espinosa: "no hice nada más que una retirada estratégica a toda velocidad en aquel encuentro". Exageraba él estas cosas, cuando todos sabían que acaba de recordar Fidel, que lo difícil era sacarlo del lugar donde hubiera más peligro. Dominaba su vanidad como el asma.En esa renuncia a las últimas pasiones, estaba el germen del hombre nuevo que hablaba.Guevara no se proponía como un héroe: en todo caso, podía ser un héroe a la altura de todos. Pero esto, claro, no era cierto para los demás. Su altura era anonadante: resulta más fácil a veces desistir que seguirlo, y lo mismo ocurría con Fidel y la gente de la Sierra. Esta exigencia podía ponernos en crisis, y esa crisis tiene ahora su forma definitiva, tras los episodios de Bolivia.Dicho más simplemente: nos cuesta a muchos eludir la vergüenza, no de estar vivos porque no es el deseo de la muerte, es su contrario, la fuerza de la revolución, sino de que Guevara haya muerto con tan pocos alrededor. Por supuesto, no sabíamos, oficialmente no sabíamos nada, pero algunos sospechábamos, temíamos. Fuimos lentos, ¿culpables? Inútil ya discutir la cosa, pero ese sentimiento que digo está, al menos para mí y tal vez sea un nuevo punto de partida.El agente de la CIA que según la agencia Reuter codeó y panceó a cien periodistas que en Valle Grande pretendían ver el cadáver, dijo una frase en inglés: "awright, get the hell out of here".Esta frase con su sello, su impronta, su marca criminal, queda propuesta para la historia. Y su necesaria réplica: alguien tarde o temprano se irá al carajo de este continente. No serán los que nacieron en él. No será la memoria del Che.Que ahora está desparramado en cien ciudadesentregado al camino de quienes no lo conocieronBuenos Aires, octubre de 1967.Fuente: www.los70.org.ar
El asesinato del ChePor: Froilán González, historiador y escritor cubano (Fecha publicación:03/09/2005)El asesinato del Che y a la vez grave error político no podrá ser borrado, aún con las campañas de difamación más sofisticadas para ultrajar su imagen. La maquinaria de la mentira, al final, se desmoronará ante la verdad.La decisión de asesinar al comandante Ernesto Guevara aquel 9 de octubre de 1967 se tomó en Washington. Era un prisionero de guerra herido y sin que se le celebrase ningún juicio, un agente de la CIA, fríamente, como han actuado siempre, dió la orden de disparar. El Che fue uno de los primeros de la larga relación de asesinados en América Latina en aquel año 1967 y luego desaparecidos.Veinte años después, el doctor Walter Guevara Arce, quien fuera expresidente del país y en esos momentos Ministro de Relaciones Exteriores del General Barrientos expresó: 'Además de haberse cometido un crimen, fue un grave error político'.Después de casi 40 años, ni la prensa pagada para ello, ni las mentiras, ni los burdos y bien remunerados mecanismos de desinformación, han podido borrar el hecho, ni ocultar el cadáver como pretendieron. La Historia de Torturas y Asesinatos en Nuestra América, tutoreada y adiestrada por los gobiernos de los Estados Unidos de Norteamérica, jamás podrá ser olvidada.Cada vez que se acerca el 9 de octubre, periodistas y escritores afines al Imperialismo norteamericano o pagados por estos, tratan de desviar a la opinión pública del hecho principal.El asesinato de un prisionero de guerraRepiten año tras año, los falsos argumentos. Las tergiversaciones comenzaron desde el mismo momento del crimen. Después del asesinato, la CIA intensificó la campaña desinformadora, con el propósito de distorsionar la actividad guerrillera y calumniar a sus principales protagonistas.Sus especialistas prepararon múltiples acciones. Una de las líneas tenía corno objetivo desacreditar la imagen de Tania la Guerrillera. Con este fin publicaron un artículo en Berlín Occidental donde citaban a un desertor, supuesto exoficial de inteligencia de los servicios secretos de la RDA, nombrado Guether Maennel, quien, según la información, se dirigió a la República Federal de Alemania, donde formuló diferentes calumnias sobre ella. El artículo, fabricado por la CIA, se publicó el 5 de mayo de 1968 en el diario alemán Welt Ann Sontang.En el mes de junio de ese año, llegó a la ciudad de La Paz un oficial de la CIA, para hablar con algunos periodistas previamente seleccionados por la embajada norteamericana.La conversación se efectuó en la casa situada en la calle 14 No. 235, del residencial barrio de Calacoto; el motivo era mostrar el artículo publicado en la República Federal de Alemania. Días después, el periódico El Diario de La Paz lo reprodujo íntegramente y el oficial de la CIA se volvió a reunir con los periodistas.Uno de los asistentes contó que cuando el oficial le preguntó su opinión y le pidió que escribiera al respecto, le respondió: 'Nadie en Bolivia va a creer esas historias fantásticas'.El oficial de la CIA le respondió: 'No importan los bolivianos, ellos son analfabetos, no saben leer, importan los europeos y los norteamericanos. Allí un por ciento va a creer, otro por ciento le convendrá creer, a otro por ciento le haremos creer, el resto dudará. Nuestro éxito consistirá cuando hagamos de los guerrilleros unos aventureros y de Tania una mujer vulgar.' Con igual insistencia le detalló la extraordinaria importancia de los medios de comunicación para utilizarlos en función de estos intereses y le ofreció una importante remuneración económica por el mencionado artículo.Le aclaró que el objetivo no era Tania, sino el Che, al que su imagen e influencia dentro del movimiento revolucionario debía afectarse. Orientó las frases que debían atribuirle para que fueran repetidas constantemente.En torno a la guerrilla del Che en Bolivia y su figura, se desarrolló una sistemática y bien orquestada campaña de publicidad: libros, folletos de todo tipo, reportajes, editoriales, comentarios, entrevistas, pero en todas manipulaban y tergiversaban la verdad. Se utilizaron escritores afines, se divulgaron datos falsos que ellos tomaban y repetían.La CIA y sus especialistas, sus enormes recursos y sus infames planes no han logrado deteriorar la imagen y el prestigio del Che, porque como dijo Abraham Lincoln, se puede engañar al pueblo una parte del tiempo, se puede engañar a una parte del pueblo todo el tiempo, pero lo que no se puede es engañar a todo el pueblo todo el tiempo. Se ven obligados cada año a insistir en sus calumniosos comentarios, pero el Che continúa su lucha inmortal.Los autores y periodistas que se han prestado sistemáticamente a esas calumnias, por lógica del tiempo, se van muriendo y la historia los olvida, pero el Che y sus justas ideas continúan. Aparecen nuevos detractores, pero son los mismos, porque dicen lo mismo y responden a los mismos intereses.El asesinato del Che produjo una repulsa y condena que se inscribe en la historia de la humanidad de forma perpetua y nunca podrá ser borrada.Los obreros, estudiantes, campesinos, profesionales, intelectuales y gobiernos progresistas de todo el mundo expresaron su indignación, por el asesinato del Comandante Ernesto Che Guevara el 9 de octubre de 1967. Las manifestaciones de desaprobación y condena llegaron hasta las mismas sedes diplomáticas de Bolivia en las principales capitales del mundo y en los propios Estados Unidos. La prensa de la época constituye una fuente de infinito valor que precisa la repercusión del crimen.En toda la América Latina se realizaron múltiples actos, la ciudad universitaria de Loja en Ecuador fue denominada 'Ernesto Che Guevara', y se realizó un acto nacional de homenaje a su memoria. La oradora principal Nela Martínez, prestigiosa escritora ecuatoriana, entre otras cosas, expresó:'Vi su retrato difundido bajo grandes caracteres gozosos de la prensa internacional y lloré. ¿Quién no se conmovió con la noticia? Hasta los propios cómplices del crimen buscaron maneras de limpiarse las manos. La máscara de Pilatos vuelve a ocultar los rostros de los verdugos a través de los tiempos.'Tendido en una piedra de lavar su cadáver no era un cadáver. Los ojos abiertos nos miraban. En su rictus no se advertía el sello de la muerte. Desafiante su gesto en el último instante. Aquella sonrisa vencedora, de su otro triunfo, iluminaba el día. Su rostro de combatiente del mañana quedó impreso en los Andes.'Viejas leyendas, de los que regresarán para continuar la guerra comenzada, circularán de boca en boca a oídas en el largo silencio del campo, en los caseríos de barro y paja, en la otra historia de los iletrados. ¿Cuánto tiempo anduvo Tupac Amaru haciéndole la guerra a la Corona de España, a la enemiga del indio? Largo fue el tiempo de la espera, hasta que no una, dos y cien veces, regresó. Toda la conmoción del levantamiento más grande en contra de la colonia no se perdió cuando su cuerpo fue partido y repartido en los cuatro puntos cardinales del Tahuantinsuyo. Nuevas epopeyas silenciadas, silenciosas por su propia naturaleza, han sacudido las entrañas de los pueblos del Ande.'Los fuegos permanecen adentro, igual que en los volcanes. Cuando le sacuden al continente, se siente que la lava se les subió a los hombres hasta la conciencia...'En México, el periodista Leopoldo Zea escribió en el matutino Novedades: 'Todos los pueblos de América, todos los pueblos que en el mundo luchan por su liberación y su libertad, sienten en sus corazones un dolor profundo por la muerte del Comandante Guevara, caído frente al enemigo común de los pueblos y los hombres.'En todas las capitales europeas hubo protestas, en un multitudinario acto efectuado en Italia, María Teresa León, en nombre de su esposo, el famoso poeta Rafael Alberti dijo: 'Yo traigo el dolor y la pena de Rafael Alberti, y con la mía, la de todos los exiliados de España, y el dolor de los que se quedaron allá con la mirada vuelta hacia la libertad, el dolor de la juventud española que no doblan las rodillas y que había visto en el Che Guevara un héroe del rabioso tiempo presente de nuestra América Latina...'Murió en su ley, próximo a la América más pobre, más abandonada, despojado de todo, menos de su esperanza. En el lugar en que lo asesinaron brotarán dos fuentes: la de la libertad y la de la justicia. Los indios bolivianos, los desheredados de un continente, murmurarán su nombre, dirán que está vivo, que golpea a sus puertas porque tiene sed y dejarán en las ventanas una jarra de agua para que el Che beba al pasar. Porque pasará y recorrerá todo un continente y su nombre será la fuerza del futuro, la alta estrella de la Cruz del Sur que llamará a toda la América a alzarse y luchar por su independencia política y económica contra todos los dominios extranjeros.'Las cadenas de televisión y estaciones de radio informaban sobre los sucesos en Bolivia y el asesinato del Che. En Nueva York, una nutrida manifestación recorrió las calles de esa ciudad con campanas, ataúdes, incienso y flores condenando el crimen, a las tres de la tarde se concentraron frente a la puerta de la misión boliviana en las Naciones Unidas.Desde Washington, el periodista George Weeks refirió el 21 de octubre: 'El líder comunista internacional Ernesto Che Guevara fue uno de los héroes en la manifestación pacifista realizada hoy aquí.'Millares de retratos del argentino-cubano muerto en Bolivia fueron repartidos entre los manifestantes a medida que se reunían ante el monumento de Abraham Lincoln, para iniciar la concentración de protesta de 36 horas contra la guerra de Vietnam.'.El Gobierno boliviano recibió elogios y felicitaciones de Estados Unidos. En un discurso pronunciado por el senador norteamericano Howard Baker, expresó públicamente el agradecimiento. En esta comparecencia afirmó que los sucesos tenían una honda significación para Estados Unidos; que los 460,6 millones de dólares designados a Bolivia era un precio muy bajo para la victoria que les había otorgado, ese era el costo de la guerra de Vietnam en una semana.En Bolivia se realizaron di
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Diciembre de 1977Che, hombre del siglo XXIInti Peredo, Bolivia, 1969Che fue un hombre del siglo XXI. Aunque su nombre resplandece en la historia "sólo" como un genio militar, el desarrollo político y social de los pueblos, que brotará como un torrente de la lucha de liberación, lo tendrá que situar como el revolucionario más completo de nuestra época.Ernesto Guevara y Fidel Castro aparecen en el escenario continental en un momento histórico en que el imperialismo norteamericano ejerce sin contrapeso su dominación sobre nuestros países: ordena masacres en forma sistemática; cambia a gobiernos corrompidos por otros más Inmorales; los gobernantes tradicionales se disputan el triste cetro de quién es más lacayo y servil y se presencia el grotesco espectáculo de veinte manos extendidas pidiendo limosna a Estados Unidos; los pueblos son dirigidos por grupos claudicantes, políticamente pacificados, fatalistas, incapaces de catalizar a esa cantera generosa y rica que es la masa, para Iniciar la gran aventura de nuestra independencia definitiva.Existe desencanto, frustración y desconfianza.En medio de esta noche negra de coloniaje y agresión, la Revolución Cubana, victoriosa sangre del pueblo hecho poder, muestra un camino para sacudir las cadenas. Camino duro, cruel y largo, pero el único real para triunfar: la lucha armada.Enérgicamente derriba viejos y nuevos mitos creados por fuerzas pseudorrevolucionarlas que, al enquistarse dentro del sistema se convierten en parte de él. Cuando más tratan de introducir reformas para perfeccionarlo. En la práctica se olvidan que el imperialismo es nuestro principal enemigo y que hay que combatirlo hasta extirparlo de raíz.América oprimida, patria con líderes sin vigencia, se nuclea entonces esperanzada tras la bandera de los nuevos conductores: Che y Fidel. Che se identifica con el pueblo y se funde con él para emerger más enriquecido ideológicamente, más puro. A su vez el pueblo se identifica con el Che y trata de formarse en su ejemplo. Y esa revolución considerada como fenómeno "excepcional" remece a las masas adormecidas por principios ideológicos monstruosamente deformados.Che rescata la ideología revolucionaria, la coloca en su justo lugar, le da interpretaciones correctas y la enriquece con aportes teóricos que tendrán vigencia mientras exista opresión imperialista. Después entraremos al mundo de] hombre nuevo, que él se empeñó en formar, tipificó y representó con su ejemplo de heroísmo que ahora motoriza a Juventudes de todos los continentes. La huella de su humanismo está impresa en sus actos. Constructor de vanguardia de la sociedad socialista cubana, destruyó implacablemente el falso concepto de excepcionalidad que se le otorgó a esta revolución. Porque no creía en esta supuesta excepcionalidad, sistematiza el pensamiento bolivariano de "La Patria es América", impulsando a nuestros pueblos a convertir este continente oprimido en un escenario de la guerra antiimperialista tan importante como el heroico Vietnam.Che no dudó jamás que en América Latina son más fuertes los factores que nos unen de los que nos separan: tenemos un lenguaje común excepto Brasil; tradiciones, costumbres y situación socioeconómica similares. Somos explotados brutalmente por el imperialismo. La democracia es tina simple ficción. Estamos gobernados por tiranos y los países que tenían débiles rasgos de democracia burguesa los han trocado en masacres horrendas, hambre y cárcel para el pueblo.Heredamos de los españoles colonialistas las formas feudales de la explotación de la tierra. El desarrollo del capitalismo crea nuevas situaciones y los patrones latifundistas se alían con el imperialismo para crear el capital financiero y monopolista cuyo radio de acción es mundial. Se pesa a la etapa del colonialismo económico generosamente calificado de "subdesarrollo "por los economistas domésticos.El subdesarrollo no es otra cosa que la explotación, el saqueo de nuestras riquezas por la potencia imperial, el subempleo, la cesantía, el hambre y la miseria. En todos los países latinoamericanos, excepto Cuba, el panorama es idéntico.Las condiciones objetivas, entonces, para la liberación continental, están dadas por los factores enumerados, por la represión brutal y desmedida, por el odio que se acumula cada vez con más fuerza en el pueblo. Como valor subjetivo sólo falta la conciencia (elemento tan indispensable en cada análisis que se haga sobre el Che) de que la victoria sobre el imperialismo mediante la lucha armada llegará tarde o temprano, que es el único camino para alcanzar la libertad.La excepcionalidad no existe. Sólo ha cambiado la "calidad" de la lucha. Ahora será más sangrienta, sin tregua, más dura como se demostró en las montañas de Ñancahuazú. El imperialismo aprendió su lección, no está desprevenido.Por eso Che escoge a Bolivia como foco inicial de la gesta liberadora continental. Sus misérrimas condiciones de vida son producto de la fría explotación en complicidad con los gobernantes lacayos. Aquí está todo el por hacer: desde una revolución agraria que cree formas de vida modernas satisfaga las necesidades del pueblo hasta un desarrollo Industrial sólido que lo independice de la importación de productos manufacturados esenciales vendidos a precios de usura y en condiciones humillantes.Hombre de fina percepción, el Che comprende que es inhumano que una población de cuatro millones de habitantes consuma apenas 1.800 calorías por persona, cuando el consumo necesario para subsistir en condiciones adecuadas es de 3.000 calorías; que se consuman 30 litros de leche o de productos lácteos por persona al año, cuando en los países desarrollados el consumo es de 300 litros, que el 10% de la población no tenga casa donde vivir, y que las que existen, incluyendo las de los oligarcas y corrompidos del régimen, sean malas, no reúnan condiciones de salubridad, porque el 86% de ellas no están dotadas de instalaciones de agua en su interior y que el 42% de la población muera por desnutrición o por enfermedades parasitarias. Ésta es otra de las causas principales de su viaje a Bolivia.La grandeza del Che resalta con más nitidez cuando interpreta a Mark -"monumento de la inteligencia humana como acostumbraba definirlo-, para normar todos sus actos y para desarrollar dentro de la sociedad cubana y, por qué no decirlo, en una masa tan heterogénea como la europea, la asiática y la americana, tina conciencia, que permita al hombre obtener tina verdadera liberación en toda su extensión. Y eso es el comunismo porque a la luz, de los hechos nadie podrá discutir ya que el Che fue un verdadero comunista, el mejor de todos, en una época en que la lucha ideológica lleva al mundo a sucesivas guerras (Cuba, Corea, Argelia y Vietnam).De esta conciencia decantada o, en términos no exagerados, purificada, derivan conceptos económicos que colocan a Marx no en calidad de fetiche, de ideas que pierden su sentido original, sino en posición de pensamiento vivo y activo. Lo mismo hace con Lenin.Ejemplos son la NEP, la teoría del valor, y la planificación socialista. ¡Cuántos economistas famosos, cuya palabra era considerada ley, caen pulverizados por los disparos conceptuales del Che!Con rigurosa seriedad científica demuestra que la NEP (o nueva política económica de la URSS) es un concepto leninista transitorio para desarrollar las bases de la sociedad soviética. Es un repliegue táctico en un momento especial de la historia del primer país socialista del mundo. Sin embargo en forma dogmática y ligera muchos economistas y dirigentes de la política económica de varios países socialistas la aplicaron o la aplican otorgándole validez universal permanente. Consecuencia de ese falso análisis son los retrasos y altibajos económicos que surgen más tarde en los países socialistas. Por eso defiende con firmeza la dirección político-económica partiendo de que "el comunismo es una meta de la humanidad que se alza conscientemente".De la aplicación mecánica de la NEP nacen graves contradicciones que el Che no vacila en atacar, una vez que las ha detectado, sin temor a que los teóricos equivocados lo combatan despiadadamente.Así es posible presenciar discusiones de elevado nivel en las que el Che planta una bandera que para nosotros tendrá una vigencia permanente cuando dice:"Si el estímulo material se opone al desarrollo de la conciencia, pero es una gran palanca para obtener logros en la producción ¿debe entenderse que la atención preferente al desarrollo de la conciencia retarda la producción? En términos comparativos, en una época dada es posible, aunque nadie ha hecho los cálculos pertinentes, nosotros afirmamos que en tiempo relativamente corto el desarrollo de la conciencia hace más por el desarrollo de la producción que el estímulo material, y lo hacemos basados en la proyección general de] desarrollo de la sociedad para entrar al comunismo, lo que presupone que el trabajo deja de ser una penosa necesidad para convertirse en un agradable imperativoAnte los ojos asombrados M mundo, crece y se desarrolla ahora una nueva sociedad socialista, la de Cuba, mejorada, heroica, solidaria con todas las luchas de liberación, que practica activamente el internacionalismo proletario, que vence las dificultades porque tiene una conciencia desarrollada: la que Che, Fidel y los más esclarecidos dirigentes le dieron en el exacto momento histórico.Por esta razón no hablamos de Che como una cosa muerta: sus ideas están vigentes. Al hablar de Che no podemos dejar de mencionar a Fidel, ni al hablar de Fidel podemos dejar de mencionar a Che.La influencia que ha ejercido el Che en la juventud de varios continentes, su magnetismo personal y su grandeza se acrecentó hasta convertirse en una leyenda apasionante, que movilizó al imperialismo a presionar a través de sus medios publicitarios para que se anunciara dónde estaba.Paralelamente se inició una campaña publicitaria fabulosamente orquestada y sostenida durante largo tiempo, con el objetivo de tratar de disminuir su figura, y neutralizar, aunque fuera levemente, el impacto político, militar y emocional que provocaría su aparición dirigiendo la lucha de liberación en algún lugar de] mundo. Con este objeto se inventaron rencillas entre Che y Fidel, discrepancias entre Che y la Revolución Cubana (que era parte de él mismo), presentándolo como un hombre "herido en su amor propio", "despreciado, atacado por sus ex amigos". En esta forma el gesto grandioso del Che, su responsabilidad dirigiendo un foco guerrillero, podría aparecer mezquino, personalista y hasta resentido.Este problema preocupó al imperialismo desde el año 1965, y desde entonces hasta ahora, a poco más de un año de su muerte, la CIA ha empleado diversos agentes y medios para desarrollar esta labor. El más notorio de estos agentes por los medios de difusión que se pusieron a su alcance, es el abogado de nacionalidad argentina, Ricardo Rojo, autor de un folleto titulado "MI amigo el Che".Es infantil presumir que el Che pudiese haberme entregado una lista de sus amigos. Es indudable que un revolucionario sólo considera amigos a sus camaradas de lucha. Y en este sentido, el Che fue siempre categórico para delimitar dónde empezaba y dónde terminaba la amistad. Ejemplos notorios se pueden encontrar en todos sus escritos, partiendo de los episodios guerreros de la Sierra Maestra hasta su diario en Bolivia. Che era un hombre capaz de emocionarse y en su vida de guerrillero y conductor de pueblos siempre tuvo un gesto sentido, tina palabra cariñosa para sus amigos. Y amigo del Che fue Patojo el revolucionario guatemalteco que murió combatiendo por la libertad de su patria. Amigo del Che era Camilo, el legendario guerrillero de la Sierra Maestra. A otros hombres los quiso en un sentido diferente, como quiere un padre a sus hijos. Es el caso de Tuma y Rolando.Frente a figuras tan limpias y heroicas ¿pudo Che alguna vez considerar "su amigo" a un individuo de una línea política tan zigzagueante y tortuosa como Ricardo Rojo, que es el mismo que comerció con la vida y memoria de los guerrilleros de Salta, que esperó la muerte de la madre de Che para inventar diálogos y conversaciones con ella y su hijo?No me hubiese referido a las calumnias de Rojo contra Che y las supuestas divergencias con la Revolución Cubana, pues ellas ni siquiera son novedosas, si no fuera que alguna gente de buena fe pudiese considerar que el relato mal intencionado de Rojo estuviese escrito por una amigo y porque algunos párrafos presentados que parecen verosímiles, no pueden ser desmentidos por sus protagonistas porque ya están muertos.Afortunadamente por la misma fuerza moral del Che, que guiaba todos sus actos, y por su conducta heroica, demostrada en muchas batallas, ninguna leyenda tortuosa urdida por la CIA o por sus agentes, algunos de los cuales con audacia y descaro se autotitulan "amigos", podrá empañar su querida Figura o manchar su paso de revolucionario por Cuba, donde dejó un pueblo que lo ama.La identificación entre Che y Fidel, el respeto y cariño mutuo, eran indesibles. No es casual que Che, hombre que odiaba los halagos personales o para otros, haya escrito sobre Fidel:"Tiene las características de gran conductor que, sumadas a sus dotes personales de audacia, fuerza y valor, y a su extraordinario afán de auscultar siempre la voluntad del pueblo, lo han llevado al lugar de honor y de sacrificio que hoy ocupa. Pero tiene otras cualidades importantes, como son su capacidad de asimilar los conocimientos y experiencias para comprender todo el conjunto de una situación dada, sin perder de vista los detalles y su inmensa fe en el futuro, y su amplitud de visión para prevenir los acontecimientos y anticiparse a los hechos, viendo siempre más lejos y mejor que sus compañeros. Con estas grandes cualidades cardinales, con su capacidad de aglutinar, de unir, oponiéndose a la división que debilita; su capacidad de dirigir a la cabeza de todos la acción del pueblo; su amor infinito por él, su fe en el futuro y capacidad de preverlo, Fidel Castro hizo más que nadie en Cuba para construir de la nada el aparato hoy formidable de la Revolución Cubana".¡Cuánta sinceridad hay en este juicio! Para nosotros que convivimos con el Che hasta la batalla final, que aprendimos a conocerlo como ser humano integral, como soldado, comandante y camarada insuperable, las obligaciones de la Revolución Cubana -vanguardia de nuestra Patria Americana- son más grandes. Así también la identificación de Fidel con el Che, del pueblo cubano con el Che, son absolutas. Nadie mejor que Fidel para sintetizar el dolor que causó su muerte:"...Nos duele no sólo que se haya perdido como hombre de acción, nos duele lo que se ha perdido como hombre virtuoso, nos duele lo que se ha perdido como hombre de exquisita sensibilidad humana, y nos duele la inteligencia que se ha perdido. Nos duele pensar que tenía sólo 39 años en el momento de su muerte, nos duele pensar cuántos frutos de su inteligencia y de esa experiencia que se desarrollaba cada vez más, hemos perdido la oportunidad de percibir"."Desde el punto de vista revolucionario, desde el punto de vista de nuestro pueblo, ¿cómo debemos mirar nosotros el ejemplo de Che? ¿Acaso pensamos que lo hemos perdido? Cierto es que no volveremos a ver nuevos escritos, cierto es que no volveremos a escuchar de nuevo su voz. Pero el Che le ha dejado al mundo un patrimonio, un gran patrimonio, nosotros -que lo conocimos tan de cerca- podemos ser en grado considerable herederos suyos".Nosotros, guerrilleros del ELN, queremos aspirar también a ese honor. Y ningún camino más puro, más honesto, que reiniciar la lucha continental en el escenario que lo dejó impreso en el sitial más alto de la historia: Bolivia.¡VICTORIA 0 MUERTE!Revista de la Junta de Coordinación Revolucionaria
Por las rutas del doctor Guevara
Por Envar El KadriEl doctor Ernesto Guevara de la Serna llega a Guatemala en diciembre de 1953 y se aloja en una pensión de la calle 5ta., donde le escribe a su madre: La capital no es más grande que Bahía Blanca y dormida como ella''. Pero la ciudad está muy despierta, porque desde la promulgación de la Constitución de 1945 se abolieron las servidumbres y prestaciones personales de los ``indios'', y se reconoció la igualdad de derechos ciudadanos para todos los habitantes, en su gran mayoría mayas, hasta entonces denigrados y degradados, a pesar de su brillante pasado. El gobierno de Juan José Arévalo (1945-51) había promovido la reforma bancaria, educativa y cultural, dictando un Código de Trabajo que sirvió para reconocer y poner en práctica los derechos sociales; inspirado en la Reforma Universitaria de Argentina, sancionó la autonomía universitaria, y además de reconocer a la República Española y establecer relaciones con la Unión Soviética, condenaba a las dictaduras latinoamericanas, particularmente la de Somoza en Nicaragua. También cometía ``la herejía'' de condecorar a Perón con la Orden del Quetzal, por su actitud, en 1947, de romper el boicot estadunidense a los puertos de Guatemala, ordenando a los buques de la Flota Mercante Argentina hacer escalas allí y llevando, según les contó el propio Arévalo a Guevara, armas argentinas para su ejército. El gobierno de Jacobo Arbenz que lo sucedió, sanciona además el decreto 900 de 1952 para liquidar el latifundio y las relaciones semifeudales de producción. En 1953 se habían expropiado y repartido casi 2 millones de hectáreas, de las cuales 161 mil pertenecían a la poderosa United Fruit. Co., entonces propiedad del hermano del secretario de Estado, Foster Dulles. Todo ello, sumado a la creación de la CGT, la Confederación Nacional Campesina y la existencia del Partido Guatemalteco del Trabajo, fundado en 1948 como Partido Comunista, será el pretexto para la intervención estadunidense. Pero a principios de 1954, el joven doctor Guevara de la Serna se gana la vida como puede: venderá con los cubanos „ico López y Armando Arencibia el Cristo Negro de Esquipulas, al que le colocan una lamparita para hacerlo más atractivo; dará clases de español; hará gestiones para trabajar como médico en el Petén, pero rechaza la condición previa de afiliarse al PGT; prepara un libro que nunca terminará sobre la condición del médico en América Latina y, como siempre en este viaje, pasa hambre: ``El otro día me tomaron el tiempo en 50 metros, poniendo un bife, y todos los cronómetros marcaron cero'', le escribe a Zoraida Boluarte, despidiéndose con ``un cariñoso abrazo del pobre Che''. En este ambiente, Guevara conoce a Hilda Gadea, exiliada peruana que ``tiene un corazón de platino, por lo menos; su ayuda se siente en todos los actos de mi vida diarios...'' y empieza un romance que culminará en casamiento en México. Sin embargo, no son tiempos para romances. Cuando el gobierno anuncia que expropiará 883 mil hectáreas más, Estados Unidos decide que no puede permitir la continuación de ``un gobierno comunista'' y a través del coronel Castillo Armas, lanza su ``cruzada libertadora'', que terminará con el gobierno de Arbenz y la revolución. El 14, 15 y 16 de junio de 1954, aviones piloteados por estadunidenses bombardean la casa de Gobierno, preanunciando el final. Guevara se alista en los Comités de Defensa de la Revolución, se inscribe en el Socorro Médico de Urgencias, recibe instrucción militar en las Brigadas Juveniles, impulsa una resistencia que no se realiza: ``era necesario pelear y casi nadie peleó, era necesario resistir y casi nadie quiso hacerlo'', escribe. El embajador argentino Nicasio Sánchez Toranzo lo lleva a la embajada, pero Guevara no quiere asilarse; hace un paquete con sus libros y los manda a su tía Beatriz, y en agosto, cuando aviones argentinos llegan para evacuar a todos los asilados, decide continuar el viaje. México Cuando Guevara llegó el 21 de septiembre de 1954 a la estación del norte, México era la capital del exilio: puertorriqueños independentistas, cubanos enemigos de Batista, nicas enemigos de Somoza, dominicanos enemigos de Trujillo, guatemaltecos enemigos de Castillo Armas... sin contar con los republicanos españoles, cuyo gobierno era para el de México la representación oficial de España. Honrosa tradición que se mantuvo en los años 70 cuando recibieron además a chilenos, uruguayos, argentinos y mantuvieron relaciones con Cuba, a pesar de las presiones. Ese México moldeó el temple del doctor Guevara de la Serna, aunque criticara lo que para él fue la débil posición oficial frente al derrocamiento de Arbenz en Guatemala. El doctor Mario Salazar Mallén, jefe del Hospital General, le consigue una plaza en la Sala de Alergia, donde vuelve a engancharse con los cubanos, al encontrarse con „ico López. En la lucha por la sobrevivencia, Guevara compra una cámara Retina 35 mm y comienza a trabajar de ``fotógrafo ambulante''. En noviembre se encuentra con Hilda Gadea, con quien pasea por la ciudad, Toluca, Cuernavaca; van al cine a ver Romeo y Julieta o Arriba el telón, de Cantinflas. Le gusta tanto el humor del cómico mexicano, su hablar sin decir nada, que cuando quiere reírse de sí mismo se compara con él. Al comienzo de 1955, Guevara encuentra en un tranvía al periodista argentino Alfonso Pérez Vizcaíno, quien le ofrece trabajar para la Agencia Latina como fotógrafo en los II Juegos Panamericanos. Lo hace del 6 al 20 de marzo, algunas de sus fotos son publicadas y en junio cobra 3 mil pesos, la mitad de la suma convenida, que representa un alivio para su economía. En esa época conoce a Raúl Castro, quien lo ayudaba a recoger gatos callejeros con los que realizaba experimentos sobre alergia. En julio lo invita a la casa de María Antonia González, calle Emparan 49, donde conoce a Fidel Castro, recientemente liberado por una amnistía. ``Recuerdo que nuestra primera discusión versó sobre política internacional. A las pocas horas de la misma noche, en la madrugada, era yo uno de los futuros expedicionarios''. Al enterarse de la caída de Perón en septiembre, le escribe a su tía Beatriz: ``Yo no sé bien qué será, pero sentí la caída de Perón un poquito. La Argentina era una ovejita gris pálido, pero se distinguía del montón; ahora ya tendrá el mismo colorcito blanco de sus 20 primorosas hermanas...'' De su matrimonio con Hilda, nace el 15 de febrero de 1956 Hilda Beatriz Guevara Gadea, que inscribirán como mexicana, en homenaje al pueblo de México. Cuando Fidel visita a la recién nacida, conversan sobre la necesidad de comenzar el entrenamiento del grupo que marchará a Cuba para derrocar a Batista. En el rancho Santa Rosa, cerca de Chalco, será nombrado jefe de personal de los futuros expedicionarios. El republicano español Alberto Bayo les da instrucción militar, les hace leer y repetir las 150 preguntas a un guerrillero, manual redactado por él mismo. El 24 de junio lo detienen junto al resto de sus compañeros y lo llevan a la Estación Migratoria, que diversos autores sitúan en la calle Miguel Schultz número 27, y que nosotros ubicamos entre los números 103-105, donde hoy funciona la Escuela Primaria Luz Oliveros. En esta cárcel lo visita Ulises Petit de Murat, amigo de sus padres, quien estaba seguro de liberarlo con un trámite especial. Guevara rechaza la excepción y poco después le dice a Fidel que de ninguna manera retrase la revolución por él. ``Yo no te abandono'', fue la respuesta de Fidel. ``Y así fue, porque hubo que distraer tiempo y dinero preciosos para sacarnos de la cárcel mexicana.'' La solidaridad mexicana se manifiesta con la visita del ex presidente Lázaro Cárdenas, que hace gestiones para liberarlos, lo que ocurre a los 57 días. El gobierno mexicano no se deja presionar por Batista y en lugar de expulsarlos, los libera, ``invitándolos a abandonar el país a la mayor brevedad posible...'' Todos pasan a la clandestinidad y continúan la preparación: Antonio del Conde, El Cuate, que les había provisto de armas, les prepara el yate Granma, en el río Tuxpan. En la madrugada del 25 de noviembre de 1956, 82 hombres casi pelean por subir a esa cáscara de nuez, donde sólo entrarían 20 como mucho. Temen quedar fuera de la expedición, que prevé llegar en tres días a Cuba y tardará siete... El equipo del cineasta Miguel Pereira toma las últimas imágenes, allí donde el río Tuxpan se une al golfo de México. Seguimos las huellas del viaje que llevó al doctor Guevara desde la porteña estación Retiro, el 7 de julio de 1953, cuando pensaba ir a trabajar al leprosario San Pablo, en Venezuela, hasta Tuxpan, cuando entrará en la historia como el legendario Che. (Envar El Kadri, argentino, fundador de las Fuerzas Armadas Peronistas. Detenido en 1968 y liberado en 1973, exiliado en Francia entre 1976-83. Productor cultural, falleció en 1998.)
Breve cronología del Che y su época1928• 14 de junio: Nace Ernesto Guevara, en Rosario. Su familia es de ascendencia burguesa. Su padre tiene un yerbatal en Misiones.1945• La familia del Che está instalada en Buenos Aires. Guevara se inscribe en Medicina.1951• Diciembre: Guevara parte en su primer viaje latinoamericano. Salen en motocicleta con un amigo. Cruzan a Chile, adonde la moto queda inutilizada. Pero siguen a «dedo» y a pie cruzando al Perú, Brasil (adonde trabaja un tiempo en un leprosario), Colombia y Venezuela.1952• 10 de marzo: Golpe militar en Cuba. Asume el dictador Fulgencio Batista, quien ya había sido presidente en 1940 y era desde entonces el «hombre fuerte» del país.• 9 de abril: Revolución obrera y campesina en Bolivia. Los mineros, obreros y campesinos se sublevan contra el régimen de la «rosca» oligárquica-imperialista. Los mineros armados de dinamita, escopetas y otras armas rudimentarias, destrozan al ejército patronal en La Paz. Las minas son tomadas y nacionalizadas. Los campesinos toman las tierras y forman sus milicias. Se funda la COB (Confederación Obrera Boliviana). Con el apoyo del PC y de un sector del trotskismo, asume el gobierno el MNR (Movimiento Nacionalista Revolucionario). Su candidato Víctor Paz Estenssoro había ganado las elecciones en 1951.1953• Guevara, ya vuelto a Argentina, rinde las materias que le quedaban y se gradúa en marzo de médico alergista en la UBA. Poco después parte en su segundo y definitivo viaje hacia América Latina. Pasa por Bolivia, país que lo impresiona profundamente por el proceso revolucionario que vivía. Sigue haciendo «dedo» o a pie, hasta Guatemala en Centroamérica.• Asume en Venezuela el dictador Marcos Pérez Jiménez.• Golpe del general Rojas Pinilla en Colombia.• 5 de marzo: Muere José Stalin, el dictador que domina la URSS. Poco después asume la conducción del PCUS Nikita Jruschov.• 26 de julio: El Cuartel de Moncada, en Santiago de Cuba, es asaltado por un grupo dirigido por Fidel Castro, como parte de la lucha contra la dictadura de Batista. Fidel es un joven abogado, miembro del Partido del Pueblo (ortodoxo), que había fundado en 1948 Eduardo Chibás encabezando una escisión del partido gobernante. Luego de varios enfrentamientos y habiendo tomado el Hospital Militar, los asaltantes son derrotados y capturados; muchos de los presos son asesinados y hay más de 60 muertos. A comienzos del mismo año otro grupo había intentado también sin éxito tomar el Cuartel Columbia, centro del poder en La Habana. Cuando son enjuiciados los asaltantes del Moncada, Fidel Castro asume su propia defensa, denuncia los crímenes de la dictadura y anuncia las propuestas de su movimiento, en un alegato conocido como La historia me absolverá. El partido comunista cubano, que se denomina Partido Socialista Popular, se alinea con Batista, critica el asalto al Moncada y luego la lucha guerrillera, el sabotaje y las quemas de caña como obra de gángsters, pequeñoburgueses y anticomunistas. Cinco años después, poco antes del derrumbe final de Batista, en agosto de 1958, se unió al Frente Cívico antidictatorial.1954• 17 de junio: Guatemala es invadida por mercenarios armados por el imperialismo yanqui contra el gobierno nacionalista burgués (similar al peronismo argentino de entonces) de Jacobo Arbenz. Guevara estaba viviendo ahí; actúa en la defensa civil y transporta armas para la resistencia contra el golpe. Arbenz es derrocado. El nuevo gobierno proyanqui, la dictadura de Castillo Armas, inicia una sangrienta represión. Guevara se salva refugiándose en la embajada argentina; posteriormente parte exiliado a México.• 24 de agosto: Suicidio del presidente de Brasil, Getulio Vargas, en medio de una aguda crisis política.1955• Mayo: El Che se casa con Hilda Gadea, exiliada peruana a la que había conocido en Guatemala.• Mayo: Fidel y sus seguidores son amnistiados y se exilian. En México Fidel organiza un grupo armado. Allí recluta a Ernesto Guevara, el Che, quien es designado médico de la pequeña tropa.• 16 de setiembre: Un golpe militar derroca al gobierno de Perón en Argentina. Asumen el general Lonardi y el almirante Rojas. Lonardi muere y asume el general Aramburu. Imponen una dictadura sangrienta.• Diciembre: En Cuba, tras una serie de paros ferroviarios, telegrafistas y bancarios, se declara una huelga azucarera. En 1955/56 no cesan las luchas populares y crecen los atentados contra el régimen.1956• Febrero: Nace en México Hildita, la primera hija del Che.• Febrero: XXº Congreso del PCUS (Partido Comunista de la Unión Soviética), en el cual Jruschov hace un «informe secreto» contra Stalin y el «culto a la personalidad». Se reafirma la coexistencia pacífica con el imperialismo impuesta por Stalin.• En Perú finaliza la dictadura de Manuel Odría, que gobernaba desde 1948 y asume Manuel Prado.• 23 de octubre: Rebelión antiburocrática en Hungría, que es aplastada poco después por la invasión de los tanques del Ejército Rojo enviados por Moscú. También hubo levantamientos en Polonia, que son desmontados por la negociación entre los dirigentes estalinistas polacos, la Iglesia y el PCUS. En 1953 ya habían reprimido con los tanques soviéticos a los trabajadores de Berlín Oriental.• En Brasil es elegido presidente Juscelino Kubitschek.• 2 de diciembre: 82 combatientes llegan a Cuba con el yate Granma. Su desembarco tenía que coincidir con un alzamiento en Santiago, pero se descoordinan. Las acciones en Santiago son el 30 de noviembre, mientras el Granma estaba aún en el mar, y son derrotadas. El 5 de diciembre, luego de perder el armamento y las provisiones, los combatientes del Granma son sorprendidos por el ejército y masacrados. Quedan solo 12 sobrevivientes, entre los cuales están Fidel y Raúl Castro, Camilo Cienfuegos y el Che Guevara.1957• Es derrocado Rojas Pinilla en Colombia y al año siguiente se realizan las primeras elecciones según el pacto de «Frente Nacional», por el que se alternarán en el poder los partidos Conservador y Liberal.• 17 de enero: Primer ataque victorioso en la Sierra Maestra. Una patrulla guerrillera sorprende a unos 12 o 15 hombres del ejército que se rinden al cabo de una hora de lucha.Con las armas logradas tomaron el pequeño cuartel de La Plata y días después derrotan parte de un destacamento que los persigue. Ese año será de creciente actividad en las zonas rurales y las ciudades, con acciones de sabotaje y enfrentamientos al ejército.• Febrero: El periodista de The New York Times, Herbert Matthews, viaja a Cuba y se entrevista con Fidel en la Sierra Maestra. Cuenta Guevara que así «se informó al mundo -sobre todo a Cuba- con exacta noción de nuestra permanencia en la Sierra Maestra y la seguridad de que Fidel vivía» (Pasajes de la guerra revolucionaria).• 28 de mayo: Los guerrilleros de Fidel realizan un ataque exitoso a la guarnición de Uvero, que estaba sobre la costa, bien pertrechada y tenía aeropuerto. Mueren un tercio de los combatientes que participan, aunque como hecho político se difunde en toda Cuba, fortaleciendo la lucha antidictatorial. Las fuerzas rebeldes comienzan a tener zonas bajo su control.1958• En los primeros meses del año crecientes sectores de la pequeña burguesía urbana y campesinos se unen al movimiento de Castro, que empieza a adquirir un carácter masivo.• 9 de abril: En Cuba el M-26 (Movimiento 26 de Julio) convoca a una «huelga general revolucionaria» que fue un completo fracaso. Se la organizó como una operación militar, en secreto y con anuncios sorpresivos.• Abril: Rebelión en el Cuzco (Perú), que prácticamente queda en manos de los campesinos.• Mayo: Movilizaciones y huelga estudiantil en Panamá; son reprimidas violentamente.• En Venezuela es derrocado Pérez Jiménez con una huelga general y una rebelión militar. Se convocan elecciones; gana al año siguiente Rómulo Betancourt de Acción Democrática.• 20 de octubre: El Ejército Rebelde de Fidel sanciona en la Sierra la «ley de reforma agraria», que se aplica a medida que liberan regiones.• 3 de diciembre: La dictadura de Batista convoca unas elecciones fraudulentas. El M-26 llama a la abstención y a quedarse en las casas. Vota escasamente un 20% del electorado.El aislamiento de la dictadura es casi total. Estados Unidos e Israel suspendieron sus ventas de armas debido al desprestigio de Batista.• 16 de diciembre: El avance del movimiento armado corta la carretera central que une La Habana con Oriente en Cuba.1959• 1º de enero: Triunfo de la revolución. Cae Santa Clara y se rinde la guarnición local, de 3.500 hombres. Está rodeada Santiago. Toda la provincia de Oriente está en manos rebeldes. Batista se fuga a Ciudad Trujillo (República Dominicana) y queda fugazmente al frente del gobierno el presidente de la Corte Suprema. Desde Radio Rebelde Fidel ordena el avance de sus fuerzas sobre Santiago y La Habana y llama a la huelga general a toda la población a partir del 2 de enero. Desde el 1º los trabajadores habían tomado los sindicatos, echado a los burócratas de la dictadura y se habían realizado grandes mitines en La Habana y Santiago en medio de una huelga general.• 2 de enero: En Santiago, Camilo Cienfuegos, con apenas 500 hombres toma el cuartel Columbia, donde una guarnición de 20.000 no había llegado a combatir contra la revolución.• 4 de enero: Entra en La Habana la Columna Nº 8, con el Coman
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La imágen del mundo
Alberto Gutierrez, "Korda" La fotografía original (1960) Manifestación antinorteamericana (2004)
LA IMAGEN DE KORDA EN ALTA DEFINICIÓN (1774x2400) OTRA IMAGEN DEL CHE DE ALTA DEFINICION (1482x2398)
Alberto Díaz Gutiérrez, "Korda" (1928-2003), tomó la clásica foto del Che con su vieja cámara Leica, provista de un lente de 90 milímetros, un semitelefoto de potencia regular, rayado por el uso en la superficie. Se hallaba a unos siete metros —¿o eran diez?— de distancia del comandante guerrillero y, precisa, sí, que era una tarde opaca, invernal. Eso explica, dice ahora, que la imagen no sea supernítida, que parezca envuelta en una aureola, que algunos crean verla como una nube en el ambiente: la cabeza solitaria del Che se difumina en una luz pareja y suave. No hubo ninguna elaboración intelectual en eso. La luz solar, escasa, y el desgaste del lente imprimieron al retrato su atmósfera. ¿Y la composición? "Bueno, ya eso es otra cosa. Es eternamente mía", afirma. "Si yo le hubiera dado un poco más de negro en el hombro a la imagen, la foto se me hubiera caído". Llevé el negativo a la ampliadora, enderecé la figura y le di aire alrededor. Creo que el público exige esos detalles del encuadre. Por eso, al verla, encuentra una belleza y una armonía que no sabe de dónde salió, pero que es responsabilidad del artista, y eso es lo que hace que una foto pueda ser única. La fecha: el 5 de marzo de 1960. Cubría como fotorreportero de Revolución la despedida del duelo de las víctimas del sabotaje, perpetrado por la CIA, al barco francés La Coubre —dinamitado en el puerto habanero—, y metido entre la muchedumbre paneaba con su cámara, de izquierda a derecha, el entarimado donde se emplazó la tribuna. De pronto, el Che avanzó hacia la primera fila para mirar la escena. Korda alcanzó a hacer uno, dos o tal vez tres disparos seguidos; un minuto, minuto y medio después, volvía a perderse el Che en el fondo de la tarima. Pero ya había captado la imagen, la misma que siete años después, a la muerte del guerrillero argentino, el editor italiano Feltrinelli (utilizando precisamente esa foto que le regalara en ese mismo 1967 el propio Korda a su paso por Cuba) difundiera en millones de carteles. Alberto Korda, dice, nunca cobró un centavo por dicha fotografía, hasta que en 1999 se le reconoció por primera vez los derechos de autor sobre la foto, luego de que llevara ante los tribunales londinenses a dos agencias publicitarias que la habían utilizado para una campaña comercial de la productora de vodka Smirnoff.El dinero que se le pagó, lo donó al gobierno cubano para adquirir medicamentos para niños, algo que, según declaró, de haber estado vivo, el propio Che hubiera hecho.
El Che existencialCrónica del encuentro entre el Che y Jean Paul Sartre Por Wilson García Mérida En 1960 Jean Paul Sartre se entrevistó con el Comandante Ernesto Guevara en su despacho del Banco Central de La Habana, pasada la media noche. En aquel memorable encuentro entre el Che y el autor de "El ser y la nada", también estuvo presente Simone de Beauvoir.Sartre llegó a La Habana cuando entraban en vigor el sabotaje económico de Estados Unidos y la conspiración de la CIA contra la isla socialista. Las fiestas de carnaval se habían suspendido y Fidel organizaba una colecta nacional para comprar armas y aviones que permitirían proteger a la revolución naciente.A mi compadre Jorge Campero, el poeta de los árboles eventuales, le debo una primera noticia sobre aquella hermosa fotografía de Korda: el Che

Imágen: Simone de Beauvoir, Jean-Paul Sartre y Ernesto Che Ghevara
Acerca del Che
DE UNA ENTREVISTA A LA TV YANQUI"Lisa Howard: Así pues, Comandante Guevara, tenemos la impresión de que dos de sus problemas más importantes son esa dificultad a la hora de disciplinar al pueblo a un estado comunista y una especie de asfixiante burocracia...Che: Nuestros problemas ¿no? (asegurándose de que entendió bien)Lisa Howard: SíChe: Nuestros dos problemas principales son: el imperialismo y el imperialismo. Entonces, después, pueden venir los demás. Pero ahora le puedo contestar a la pregunta que usted me hace."CARTA A SUS PADRESQueridos viejos:Otra vez siento bajo mis talones el costillar de Rocinante, vuelvo al camino con mi adarga al brazo.Hace de esto casi diez años, les escribí otra carta de despedida. Según recuerdo, me lamentaba de no ser mejor soldado y mejor médico; lo segundo ya no me interesa, soldado no soy tan malo. Nada ha cambiado en esencia, salvo que soy mucho más consiente, mi marxismo esta enraizado y depurado. Creo en la lucha armada como única solución para los pueblos que luchan por liberarse y soy consecuente con mis creencias. Muchos me dirán aventurero, y lo soy, sólo que de un tipo diferente y de los que ponen el pellejo para demostrar sus verdades.Puede ser que ésta sea la definitiva. No lo busco pero está dentro del cálculo lógico de probabilidades. Si es así, va un último abrazo. Los he querido mucho, sólo que no he sabido expresar mi cariño, soy extremadamente rígido en mis acciones y creo que a veces no me entendieron. No era fácil entenderme, por otra parte, créanme, solamente, hoy. Ahora, una voluntad que he pulido con delectación de artista, sostendrá unas piernas fláccidas y unos pulmones cansados. Lo haré. Acuérdense de vez en cuando de este pequeño condotieri del siglo XX. Un beso a Celia, a Roberto, Juan Martín y Patotín, a Beatriz, a todos. Un gran abrazo de hijo pródigo y recalcitrante para ustedes.ErnestoCARTA A HILDITAFebrero 15 de l966 Hildita querida:Hoy te escribo, aunque la carta te llegara bastante después; pero quiero que sepas que me acuerdo de ti y espero que estés pasando tu cumpleaños muy feliz. Ya eres casi una mujer, y no se te puede escribir como a los niños, contándoles boberías o mentiritas. Has de saber que sigo lejos y estaré mucho tiempo alejado de ti,
haciendo lo que pueda para luchar contra nuestros enemigos. No es que sea gran cosa pero algo hago, y creo que podrás estar siempre orgullosa de tu padre, como yo lo estoy de ti. Acuérdate que todavía faltan muchos años de lucha, y aun cuando seas mujer tendrás que hacer tu parte en la lucha. Mientras, hay que prepararse, ser muy revolucionaria, que a tu edad quiere decir aprender mucho, lo más posible, y estar siempre lista a apoyar las causas justas. Además, obedece a tu mamá y no creerte de todo antes de tiempo. Ya llegara eso. Debes luchar por ser de las mejores en la escuela. Mejor en todo sentido, ya sabes lo que quiere decir: estudio y actitud revolucionaria, vale decir: buena conducta, seriedad, amor a la Revolución, compañerismo, etc. Yo no era así cuando tenia tu edad, pero estaba en una sociedad distinta, donde el hombre era el enemigo del hombre. Ahora tu tienes el privilegio de vivir otra época y hay que ser digno de ella. No te olvides de dar una vuelta por la casa para vigilar a los otros críos y aconsejarles que estudien y se porten bien. Sobre todo Aleidita, que te hace mucho caso como hermana mayor. Bueno, vieja, otra vez, que lo pases muy feliz en tu cumpleaños. Dale un abrazo a tu mama y a Gina, y recibe tu uno grandote y fortísimo que valga por todo el tiempo que no nos veremos, de tu Papi.OTRAS VOCES:"Una de las lecciones políticas más instructivas, en los tiempos de hoy, sería saber lo que piensan de sí mismos esos millares y millares de hombres y mujeres que en todo el mundo tuvieron algún día un retrato del Che Guevara a la cabecera de la cama, o en frente de la mesa de trabajo, o en la sala donde recibían a los amigos, y ahora sonríen por haber creído o fingido creer. Algunos dirían que la vida cambió, que Che Guevara, al perder su guerra, nos hizo perder la nuestra, y por tanto era inútil echarse a llorar, como un niño a quien se le ha derramado la leche. Otros confesarían que se dejaron envolver por una moda del tiempo, la misma que hizo crecer barbas y alargar melenas, como si la revolución fuera una cuestión de peluqueros. Los más honestos reconocerían que el corazón les duele, que sienten en él el movimiento perpetuo de su remordimiento, como si su verdadera vida hubiese suspendido su curso y ahora les preguntase, obsesivamente, adonde piensan ir sin ideales ni esperanza, sin una idea de futuro que dé algún sentido al presente.
Che Guevara, si tal se puede decir, ya existía antes de haber nacido, Che Guevara, si tal se puede afirmar, continuó existiendo después de haber muerto. Porque Che Guevara es sólo el otro nombre de lo que hay de más justo y digno en el espíritu humano. Lo que tantas veces vive adormecido dentro de nosotros. Lo que debemos despertar para conocer y conocernos, para agregar el paso humilde de cada uno al camino de todos."José Saramago
Enmascarar un mito: Un rostro para el Che GuevaraPara burlar la persecución de la CIA, la curiosidad de la KGB y la indiscreción de los conocidosPor Jorge Gómez BarataDentista de profesión, se siente como pez en el agua operando en la clandestinidad, vive en La Habana, le llaman Fisín y fue el encargado de inventarle un rostro al Che Guevara para burlar la persecución de la CIA, la curiosidad de la KGB y la indiscreción de los conocidos. Tengo el privilegio de ser su amigo. Ahora, como si le hubieran desclasificado la memoria, paladeando los recuerdos, a cuenta gotas, Luis García Gutiérrez, en una ópera prima escrita a los 85 años, nos cuenta lo que él llama: La Otra Cara del Combate, titulo de un libro suyo, convertido en un suceso editorial. Con su proverbial modestia y férreo sentido de la disciplina, Fisín declinó concederme una entrevista a propósito del aniversario de la caída del Che en Bolivia, no obstante, no pudo impedir que, valiéndome del libro y de retazos de otras tertulias, cuente su historia. Enterado de mi propósito me advirtió: “Siempre que se hable del Che, el protagonista debe ser el Che”. A mediados de la década de los sesenta, el Che Guevara que ya era una leyenda, dejó de ser noticia en Cuba. Su rostro querido y familiar se ausentó de televisión y su voz dejó de ser escuchada. No se presentaba en los actos públicos, no acudía a las reuniones del Ministerio de Industrias ni representaba a la revolución cubana en el extranjero. Luego nos enteramos: Estaba en Africa, haciendo lo que mejor sabía hacer: combatir. Los esfuerzos por desarrollar la lucha revolucionaria en el Congo no fructificaron y se hizo necesario replegar a los combatientes, entre ellos al Che, que se trasladó a Dar-es-Salaam, Tanzania. Hacer invisible para amigos y enemigos la recia personalidad del guerrillero y ocultar su rostro familiar y querido, fue la tarea que en 1965 el Comandante Ramiro Valdés, entonces Ministro del Interior de Cuba, encomendó a Fisín. Luis C. García Gutiérrez se inició en la actividad clandestina en 1948, cuando el partido comunista cubano en el que militaba, lo asignó a su Comisión de Habilitación, entidad ligada a la Comisión Militar del Partido, encargada de crear coberturas que permitieran a la organización y a sus líderes, funcionar en la clandestinidad.La Comisión de Habilitación proveía a los militantes y dirigentes con documentación falsa y creaba para ellos nuevas identidades, mediante disfraces, acciones cosméticas, manipulaciones de ortodoncia, no sólo para sobrevivir a la represión, sino para cumplir misiones dentro y fuera del país. Fue esa experiencia acumulada a lo largo de casi 20 años, en los que “camufló” a prácticamente todos los líderes del partido, habilitándolos para entrar o salir del país, viajar a las provincias o participar en reuniones y la confianza de que se hizo merecedor, lo que hicieron que se le confiara la delicada misión de metamorfosear al Che para desplazarse de Africa a Europa.Sin perder tiempo, Fisín elaboró el diseño que estimó apropiado al físico y al carácter del jefe guerrillero que fue aprobado por Ramiro Valdés quien le indicó ponerse en contacto con el Comandante Manuel Piñeiro, “Barba Roja” quien le organizó un itinerario que pasaba por Praga, París y El Cairo, donde lo esperaba un enviado de La Habana que lo escoltó hasta Dar-es-Salaam. El día de navidad de 1965, arribó a Tanzania, se encontró con el Che y comenzó a trabajar para dotarlo de una apariencia nueva que fuera también convincente. La técnica consistió en un chaleco para llevar bajo la ropa, que aumentaba unas libras de peso y confería a quien lo usara la apariencia de un individuo giboso; zapatos que elevaban en varios centímetros la estatura, espejuelos aparentemente de cristales muy gruesos, un corte de cabellos que suprimía el “pico de viudo” como llaman al nacimiento del pelo en el centro de la frente, y unas prótesis dentales que alteraba los rasgos del rostro. En el trabajo de enmascarar la identidad del Che, dueño de un carácter y de una personalidad sui generis, se tomaron en cuenta elementos de su perfil psicológico, para crear una alternativa en la que se sintiera cómodo e incluso pudiera alternar con otras personas.Por extraño que parezca, hacer desaparecer el rostro agraciado y simpático del Che, muy parecido a Cantinflas, convirtiéndolo en un ser anodino y ordinario, incluso un poco bobalicón, fue un éxito para Fisín. Cumplida la misión retornó a La Habana. El resto de la operación no le concernía. De regreso trajo una extraña encomienda. El Che le entregó para que hiciera llegar a Manuel Piñeiro, 25 centavos de dólar. Barbarroja aceptó la moneda y comentó: - “Qué creé el Che que nos vamos a caer por veinticinco centavos.” Broma o no, el secreto de la enigmática transacción financiera se fue con ellos a la tumba. Fue Piñeiro quien meses después, le ordenó viajar a Praga, el Che enviaba por él, tal vez para que le revisara la dentadura, pero más bien para que le hiciera compañía. Durante las semanas que permaneció en la capital de Checoslovaquia, pasearon por las afueras, conversaron, hicieron fotos, jugaron ajedrez, practicaron tiro y, con razón o sin ella, el Che tuvo ocasión de criticar a Fisín.Otra vez en La Habana, el “sacamuelas” regresó a sus tareas hasta que fue nuevamente convocado por Manuel Piñeiro. Esta vez no tuvo que viajar a Africa ni a Europa, el legendario guerrillero se entrenaba en Pinar del Río, una provincia del occidente cubano próxima a La Habana.Durante algunas semanas, Fisín convivió con el destacamento que luego haría historia en Bolivia y casi llegó a creerse uno de ellos. No fue así. Lo más que logró fue que el Che le sugiriera la posibilidad de llevarlo consigo cuando hubiera algún territorio liberado. Era 1965 y Fisín tenía 47 años. A él no le parecían demasiados, aunque en el grupo que entrenaba con el Che, lo trataban como un anciano, llamándolo: “Guerrillero de la Guerra Civil Española”. En la aventura hubo una nota amarga cuando el Che, al despedirlo en Pinar del Río, justo antes de viajar a Bolivia para entrar en la historia, le advirtió: - “Si usted comenta algo con un viejo militante, se esterarán los soviéticos y, de ser así, se enteraría el partido boliviano y, de ser así, se enterará la policía boliviana, porque ellos están “penetrados” por la policía”. Acostumbrado a confiar y a creer en el partido que también había creído y confiado en él, Fisín hubiera preferido no recibir tal advertencia. Los hechos están a la vista: nadie se enteró.Siempre que hablo con Fisín me asalta una duda: ¿Será así de verdad o estará disfrazado? Un día se lo comenté a un amigo común quien lo retrató:“Ese viejo es un león vestido de civil”.Fuente www.argenpress.info, octubre 2005
Carta del General Perón con motivo de la muerte del Che
Madrid, 24 de octubre de 1967
Compañeros:
Con profundo dolor he recibido la noticia de una irreparable perdida para la causa de los pueblos que luchan por su liberación. Quienes hemos abrazado este ideal, nos sentimos hermanados con todos aquellos que en cualquier lugar del mundo y bajo cualquier bandera, luchan contra la injusticia, la miseria y la explotación. Nos sentimos hermanados con todos los que con valentía y decisión enfrentan la voracidad insaciable del imperialismo, que con la complicidad de las oligarquías apàtridas apuntaladas por militares títeres del pentágono mantienen a los pueblos oprimidos.
Hoy ha caído en esa lucha, como un héroe, la figura joven mas extraordinaria que ha dado la revolución en Latinoamérica: ha muerto el Comandante Ernesto "Che" Guevara.
Su muerte me desgarra el alma porque era uno de los nuestros, quizás el mejor: un ejemplo de conducta, desprendimiento, espíritu de sacrificio, renunciamiento. La profunda convicción en la justicia de la causa que abrazo, le dio la fuerza, el valor, el coraje que hoy lo eleva a la categoría de héroe y mártir.
He leído algunos cables que pretenden presentarlo como enemigo del Peronismo. Nada más absurdo. Suponiendo fuera cierto que en 1951 haya estado ligado a un intento golpista, ¿que edad tenia entonces?. Yo mismo, siendo un joven oficial, participé del golpe que derrocó al gobierno popular de Hipólito Irigoyen. Yo también en ese momento fui utilizado por la oligarquía. Lo importante es darse cuenta de esos errores y enmendarlos. ¡Vaya si el "Che" los enmendó!.
En 1954, cuando en Guatemala lucha en defensa del gobierno de Jacobo Arbenz ante la prepotente intervención armada de los yanquis, yo personalmente di instrucciones a al chancillería para que le solucionaran la difícil situación que se le planteaba a ese valiente joven argentino; y fue así como salio hacia México.
Su vida, su epopeya, es el ejemplo más puro en que se deben mirar nuestros jóvenes, los jóvenes de toda América Latina.
No faltaran quienes pretendan empalidecer su figura. El imperialismo temeroso del enrome prestigio que ya había ganado en las masas populares; otros, los que no viven las realidades de nuestros pueblos sojuzgados. Ya me han llegado noticias de que el Partido Comunista Argentino, solapadamente, esta en campaña de desprestigio. No nos debe sorprender ya que siempre se ha caracterizado por marchar a contramano del proceso histórico nacional. Siempre ha estado en contra de los movimientos nacionales y populares. De eso podemos dar fe los peronistas.
La hora de los pueblos ha llegado y las revoluciones nacionales en Latinoamérica son un hecho irreversible. El actual equilibrio será roto porque es infantil pensar que se pueden superar sin revolución las resistencias de las oligarquía y de lo monopolios inversionistas del imperialismo.
Las revoluciones socialistas se tiene que realizar; que cada uno haga la suya, no importa el sello que ella tenga. Por eso y para eso, deben conectarse entre si todos los movimientos nacionales, en la misma forma en que son solidarios entre si los usufructuarios del privilegio. La mayoría de los gobiernos de América latina no van a resolverlos problemas nacionales sencillamente porque no responden a los intereses nacionales. Ante esto, no creo que las expresiones revolucionarias verbales basten. Es necesario entrar a la acción revolucionaria, con base organizativa, con un programa estratégico y tácticas que hagan viable la concreción de la revolución. Y esta tarea, la deben llevar adelante quienes se sientan capaces. La lucha será dura, pero el triunfo definitivo será de los pueblos. Ellos tendrán la fuerza material circunstancialmente superior a la nuestra; pero nosotros contamos con la extraordinaria fuerza moral que nos da la convicción en la justicia de la causa que abrazamos y la razón histórica que nos asiste.
El Peronismo, consecuente con su tradición y con su lucha, como Movimiento Nacional, Popular y Revolucionario, rinde su homenaje emocionado al idealista, al revolucionario, al Comandante Ernesto "Che" Guevara, guerrillero argentino muerto en acción empuñando las armas en pos del triunfo de las revoluciones nacionales en Latinoamérica.
Juan Domingo Perón
Carta de Perón a Ricardo Rojo con motivo del libro "Mi Amigo El Che" Madrid 2 de Agosto de 1968 “Estimado amigo: al terminar de leer su interesante obra “Mi amigo el Che”, deseo agradecerle la amabilidad de habérmelo enviado y dedicado: ha sido un verdadero placer su lectura. Esta relación histórica complementa admirablemente el contenido del “Diario del Che Guevara” publicado por el Gobierno cubano y da una idea real de los dolores y sacrificios de todo orden que este extraordinario hombre ha debido soportar en su agitada vida de revolucionario". “Sin cuanto usted nos informa de su paso por el Congo y muchas otras circunstancias, no sería fácil comprender que un hombre ya fogueado y experimentado en la guerra de guerrilla se haya encontrado en Bolivia en una situación tan precaria de medios y preparación. La “guerra de guerrilla”, al contrario de lo que algunos creen, es más vieja que “mear en los portones”, pues se practicaba en gran escala ya en la época de Darío II. Desde entonces, hasta la II Guerra Mundial de 1938-1945, no ha dejado de ser en algunos sectores y circunstancias, la forma de luchar". “Pero, como forma atípica de guerra, tiene sus exigencias originales, según sean las condiciones que la situación presenta. La empresa de Ernesto Guevara era, a la vez que temeraria, casi suicida". “Yo, como profesional, he estudiado profundamente la guerra en la selva y he sido el creador del “Destacamento de Montes”, que en la atualidad tiene guarnición en Manuela Pedraza, precisamente cerca de donde el Che tuvo que desarrollar sus tremendas operaciones, sin más medios que su extraordinario valor personal y la firma decisión de vencer que le animaba como hombre de una causa. Sin embargo, cuando se opera contra fuerzas regulares especialmente preparadas para esa clase de lucha, tales virtudes no son suficientes; es preciso, por lo menos, contar con algo seguro en cuanto a fuerzas y medios de subsistir en medio tan inhóspito". “Pero, pese a todo, yo creo como Usted, que el sacrificio del Comandante Che Guevara no ha sido en vano: su figura legendaria ya ha llegado con su ejemplo a todos los rincones del mundo y muchos anhelarán emularlo. Es que esta clase de sacrificios no sólo valen por lo que hacen, sino también por el ejemplo que dejan para los demás. Hasta su muerte, por la forma miserable en que se ha producido, ha tenido la virtud de mostrar claramente, con la clase de bárbaros que ha tenido que vérselas". “Yo soy de los que piensan que, así como no nace el hombre que escape a su destino, no debiera nacer el que no tenga una causa para servir, que justifique su pasaje por la vida. Guevara ha sido el hombre de una causa y eso es suficiente para colocarlo en la Historia con valores propios e imborrables. Por otra parte, combatir con éxito o sin él contra el imperialismo, ha sido en todos los tiempos un sello de honor para los hombres libres y eso nadie lo podrá borrar del epitafio que Guevara tiene sobre su tumba incierta en el espacio, pero tremendamente verdadera en el tiempo". “Le agradezco nuevamente su gentileza y lo felicito por su libro tan instructivo para la juventud como útil para todos nosotros”.
Che: una aclaración necesariaEncarcelado, el Continente hubiera sido convertido en un permanente hervidero. A 38 años de su muerte.Por Jorge Gómez Barata Motivados por su brillante trayectoria revolucionaria, por la limpieza de su vida, por la altura de su ejemplo y lo dramático de su muerte, los admiradores del Che Guevara tienden a idealizarlo y a imaginar sus horas finales como hubieran querido que fueran.[Che: su última foto con vida]Próximos al 8 de octubre, efemérides de su muerte, otra vez se habla de su caída en combate.De ese modo, los que han convertido a Ernesto Guevara en un símbolo del desinterés y de la consecuencia, de la capacidad de insistir y de luchar aun cuando sean lejanas las probabilidades de éxitos, creen rendirle un homenaje mayor.Caer combatiendo era para el Che una posibilidad con que se familiarizó desde su juventud, una alternativa frente a la estuvo cuando se enroló en el Granma y con Fidel Castro desembarcó en Cuba para luchar contra una tiranía de la que únicamente conocía los relatos y por la liberación de un pueblo donde nunca había estado.La posibilidad de que en su camino se interpusiera el hierro, no lo atemorizaba ni lo detenía. El propio Fidel Castro, al enumerar sus cualidades, señala como una especie de talón de Aquiles, su excesiva agresividad. Caer rifle en mano en la Sierra Maestra, en una quebrada boliviana, en las márgenes de Lago Tanganica o en cualquier lugar en que lo sorprendiera la muerte, era para él un riesgo calculado.Mas, el Che Guevara no murió en combate sino que fue fríamente asesinado.Matar al Che Guevara cara a cara, como hacen los soldados que luchan por una u otra causa, en guerras donde el respeto al adversario cuenta, hubiera sido un galardón para sus enemigos que han de cargar eternamente con el estigma de haberlo asesinado muchas horas después de haberlo capturado herido, inerme y extenuado.Sus adversarios no tuvieron la altura y la humanidad que se necesita para curar sus heridas, aliviar su dolor físico o mitigar su asma. Ninguno se le aproximó para demostrarle el respeto que sienten los hombres de armas por los adversarios que opusieron viril resistencia.Al Che Guevara no lo mató un soldado, sino que lo ejecutó un verdugo.No importa que quien tiró del gatillo fue un soldado ebrio, se sabe que aunque la orden de ultimarlo la dio el entonces presidente René Barrientos, éste la recibió del embajador norteamericano en la Paz quien fue directamente instruido desde Langley, la sede de la jefatura de la CIA.Herido y prisionero, el Che los aterró.La perspectiva de llevarlo a juicio los desbordó porque era obvio que no podrían soportar el peso de sus argumentos ni la presión de la opinión pública mundial.Las palabras del Che hubieran sido más mortíferas que sus balas.Encarcelado el Che, el Continente hubiera sido convertido en un permanente hervidero.Por eso lo asesinaron.© Jorge Gómez Barata, profesor universitario, investigador y periodista cubano, autor de numerosos estudios sobre EEUU.Fuente: Altercom
Las manos del Che, historia secreta de cómo se confirmó su muerte en BoliviaUN MITO MUNDIALEl camino que recorrió esta investigaciónEl 24 de octubre de 2004, bajo el título "Los secretos que la Argentina guarda sobre el Che" Clarín reveló el prontuario policial de Ernesto Guevara Lynch de la Serna, alias Che, que estaba celosamente guardado en la caja fuerte 336 de la Policía Federal Argentina bajo el número de identidad 3.524.272. Esa investigación se había realizado a lo largo de varios meses tanto en los archivos de la Cancillería, de la Policía Federal, del Ministerio de Defensa y en los archivos de las Fuerzas Armadas. También se había rastreado documentación y testimonios en Bolivia, así como en los archivos de documentos desclasificados del Departamento de Estado y de la CIA en los EE.UU.En esa investigación se mostró, por primera vez, el registro de las huellas digitales del Che, antes de su asesinato en La Higuera y cómo el gobierno militar argentino, comandado por el general Juan Carlos Onganía, había registrado el ingreso clandestino del Che a Bolivia en noviembre de 1966, además de la colaboración que prestaba a la CIA y al gobierno militar boliviano liderado por el general René Barrientos para atrapar al guerrillero, que por entonces no era un ícono mundial sino un enemigo del Estado. También se admitía que los peritos policiales Pellicari, Rolzhauzer y Delgado guardaban un hermético silencio sobre la historia que les había tocado vivir y que los documentos, actas y fotos oficiales eran esos secretos de Estado que hacen que la Historia sea, a veces, un acontecer ciego, azaroso e incomprensible. Hace más de seis meses, como había ocurrido un año antes, y en verdad continuando con una investigación que no se daba por terminada, se solicitó al ministro del Interior, Aníbal Fernández, que esos oficiales fueran relevados de la orden de callar. El jefe de Policía, Néstor Valleca, los convocó: les pidió que casi cuarenta años después de ocurridos los hechos, los argentinos pudieran conocer con precisión oficial lo sucedido en ese viaje a Bolivia donde debieron identificar las manos amputadas del Che. Les pidió que "trabajaran para la Historia" y que, en ese camino, quedaban autorizados a contar la verdad. Así, Pellicari y Delgado llegaron a la redacción de Clarín para entrevistarse con quien esto escribe. Los peritos, ya retirados —Pellicari como comisario general y Delgado como comisario inspector—, trajeron en sus manos un valioso tesoro oficial: las fotos y las actas que aquí se muestran y la historia que aquí se cuenta. Documentos y testimonios que son a partir de ahora tan irrefutables como el mito del Che. DOCUMENTOS INEDITOS TRAS 38 AÑOS DE MISTERIOLas manos del Che, historia secreta de cómo se confirmó su muerte en BoliviaTres policías argentinos viajaron a ese país para comprobar que el guerrillero asesinado el 9 de octubre de 1967 era Guevara. Por primera vez, cuentan la historia de cómo tomaron las huellas de las manos del Che, amputadas por orden de la CIA. El misterio que aún envuelve a esas manos.María Seoane. mseoane@clarin.comA las tres y media de la mañana del 12 de octubre de 1967, el teléfono sonó en la casa del subinspector y perito dactiloscópico de la Policía Federal Argentina (PFA), Nicolás Pellicar
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Pasajes y personajes de la guerrilla de Ñancahuazú Víctor Montoya* La guerrilla de Ñancahuazú, en la que muere el Che Guevara, no fue un acontecimiento espontáneo ni aislado en las selvas del sudeste boliviano, sino una gesta que, desde un principio, contó con el beneplácito del Partido Comunista de Bolivia A mediados de 1965, cuando algunos militantes jóvenes, que por entonces estudiaban en La Habana, solicitaron a Jorge Kolle Cueto autorización para someterse a un intensivo entrenamiento guerrillero, éste, a la sazón segundo secretario de su partido, no vaciló en darles su consentimiento, al igual que Mario Monje, quien se comprometió con Fidel Castro para iniciar en breve plazo la lucha armada en Bolivia.Una vez que los jóvenes concluyeron su capacitación en el campamento guerrillero, Mario Monje se apresuró a celebrar un “pacto de sangre con ellos, consistente en pincharse la vena y dejar gotear la sangre al suelo, jurando combatir por la liberación del país hasta vencer o morir”. Cuando se le informó que el mismo Che Guevara comandaría la guerrilla, Monje exclamó: “Con el Che combatiré donde quiera pudiera ser”. Empero, al informarse de que la lucha asumiría proyecciones internacionales, guardó un sospechoso silencio.A medida que los preparativos del foco guerrillero llegaban a su fase final, un miedo acosador se apoderaba del corazón de los traidores. Mario Monje, quien al principio parecía el más intrépido, comenzó a desechar los proyectos que él mismo concibió en Cuba. El escritor Jesús Lara, ilustrando este acto cobarde, dice: “Su tremendo desacierto estuvo en habérselas dado de valiente ingresando al campamento guerrillero, haciendo aquel ostentoso pacto de sangre y predicando la lucha armada, sin prever las consecuencias”. Luego añade: “ Destacó a Coco Peredo a fines de octubre, con la misión de ir a transmitir a Inti la orden de poner fin al entrenamiento de la gente en el campamento (cubano). Empleaba el efugio que claramente mostraba su propósito de esquivar su compromiso, dejando burlado a tantos jóvenes que habían depositado en él su fe y su confianza”.El 12 de noviembre de 1966, Inti Peredo llegó a Cochabamba. Aprestó sus enmiendas y se marchó hacia El Pincal, junto al Río Ñancahuazú, donde su hermano Coco, Rodolfo Saldaña y Jorge Vázquez Viaña adquirieron un latifundio vasto, boscoso y accidentado. Simultáneamente al viaje del joven guerrillero, Jorge Kolle Cueto hubo de comentar, como desconociendo el estallido del foco guerrillero, que se gestaba a espaldas del Partido Comunista una acción armada, dirigida por extranjeros y un núcleo de bolivianos, a pesar de haber sido él quien informó en el Congreso del Partido Comunista de Uruguay que, en Bolivia, se preparaba la lucha armada con proyección continental.Cuando Mario Monje se internó en Ñancahuazú, acompañado de Coco Peredo, a fines de diciembre de 1966, estaba muy nervioso y, dándoles la mano a los guerrilleros, les saludó fríamente. Discutió la jefatura de la guerrilla con el Che; entretanto el Inti, quien estaba ya seguro de que la organización en la cual moldeó sus ideales no se incorporaría a la lucha, y mucho menos Monje, apuntó en su diario de campaña: “Monje me pidió conversar con los compañeros bolivianos. Inmediatamente consulté con el Che para preguntarle si esto era posible. Che contestó afirmativamente. Se inició entonces una reunión dramática, tensa a veces, persuasiva en otros pasajes”, Y, a la pregunta de por qué era el desacuerdo, Monje contestó con firmeza: “El mando militar es una cuestión de principios para nosotros, tan de principios que el Che no me lo quiere entregar. Por eso nuestro desacuerdo es absoluto (...) Las palabras de Monje nos indignaron –dice el Inti–, sobre todo, cuando calificó al Che de ‘extranjero’, negándole estúpidamente su calidad de revolucionario continental. Pero su vergüenza llegó al extremo cuando nos propuso desertar”.El Che, en un mensaje dirigido a Fidel Castro, evaluó este encuentro como sigue: “Leche: la entrevista se realizó. Estanislao (Monje) planteó tres puntos para aceptar (que el PCB apoye a la guerrilla y que ésta esté dirigida por el Che). 1. Salir elegantemente de la dirección del partido. 2. Ser el jefe real del movimiento mientras éste tuviera magnitud boliviana. 3. Realizar una gira por América para convencer a los partidos de que se debe apoyar a los movimientos de liberación. Contesté que el 1 y el 3 los solucionara como le pareciera, el 2 no lo podía aceptar”. Y, en su mensaje del 23 de enero de 1967, lo consideraba ya a Monje su enemigo, exactamente como al general René Barrientos Ortuño, presidente boliviano de entonces.Fidel Castro, a tiempo de revelar el diario del Che, atacó al primer secretario del Partido Comunista de Bolivia, acusándolo, sin vacilaciones, de saboteador y traidor. Palabras que, en ese contexto histórico, no sólo se referían a Monje, sino a todos quienes no cumplieron con su compromiso.Sin embargo, el día en que la declaración de Castro trascendió a la prensa, los traidores de la guerrilla, que lucen de comunistas, pegaron el grito en el cielo y escribieron en su periódico: “El Partido Comunista de Bolivia no acepta la tutela de nadie por revolucionario, genial o experimentado que fuere”. Tiempo después, como era de suponer, Fidel Castro recogió sus palabras en un artículo que, además de servir de introducción a “El Diario del Che”, decía textualmente: “Mario Monje, esgrimiendo el título de Secretario del Partido Comunista de Bolivia, pretendió discutir al Che la jefatura política y militar del movimiento, sin tener ninguna experiencia guerrillera ni haber librado jamás un solo combate. Pero Monje, no satisfecho del resultado, se dedicó a sabotear el movimiento, interceptando en La Paz a militantes comunistas bien entrenados que iban a unirse a la guerrilla”; hecho que fue “criminalmente frustrado por dirigentes incapaces, charlatanes y maniobreros”.Jesús Lara, corroborando esta afirmación, escribió: “Un día entre mayo y junio de 1967, se presentó Loyola Guzmán al comité regional de Cochabamba con una nota de Jorge Kolle. Traía la misión de gestionar el refuerzo en hombres a Ñancahuazú, Esa noche el comité regional, reunido en pleno, acogió ahincadamente la petición y accedió a ella. Se dijo que habían veinte jóvenes dispuesto a partir. Loyola regresó a La Paz, satisfecha de haber cumplido con éxito su misión. Debía en seguida enviar de allí un instructor y guía encargado de
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"El Che Guevara se equivocó cuando eligió Bolivia"Entrevista exclusiva con Gary Prado, el general retirado que saltó a la fama por haber comandado la compañía que capturó al Che en La Higuera. Treinta años después, el ahora político cruceño analiza los cambios en la región y el surgimiento del fenómeno Evo Morales.
Por Eduardo Febbro desde Santa Cruz de la SierraEl general ha visto pasar muchas cosas. Hoy que el tiempo ha transcurrido a borbotones el general recibe en su cómoda casa de Santa Cruz de la Sierra y habla con fluidez de la Bolivia contemporánea y de ese hecho que se ha quedado atrapado en el tiempo, siempre presente, enigmático, como el personaje de La Invención de Morel que mira una escena cuyo misterio está en el asombro de la repetición. El general Gary Prado es uno de los pocos hombres que tiene del Che Guevara una imagen distinta a la que guarda la historia universal. El lo arrestó el 9 de octubre de 1967 en el poblado boliviano de La Higuera. Gary Prado era capitán cuando estaba al mando de la compañía de los rangers que capturó al Che en las inhóspitas regiones del sudeste boliviano. El ya general retirado estuvo con el Che unas 15 horas hasta que lo entregó al comandante de la división. De esas horas Gary Prado no conserva el recuerdo de un héroe, sino el de un hombre muy ajeno al mito que persiste. “Era un hombre derrotado que se preguntaba cuál sería su futuro.” El general retirado es un héroe para algunos y una pesadilla para otros. Hace unos años, cuando era embajador de Bolivia en México, el crítico de cine y escritor mexicano Alberto Hijar le tiró una copa de vino a la cara diciéndole “a la salud del Che, asesino”.Gary Prado siempre ha negado cualquier vinculación con la muerte del Che. Prado ha dicho una y mil veces: “Lo he entregado vivo”. El general tampoco acepta la llamada maldición que ha perseguido a quienes estuvieron metidos en el arresto del Che. Hace 25 años que está paralítico por un disparo en la espalda. Según dice él mismo: “Fue una bala amiga”. A diferencia de los otros protagonistas de la captura, Prado conserva sus influencias y su papel político. Así recibe en su casa, a poco tiempo de presentar su candidatura –y perderla– a la Asamblea Constituyente por la región autonomista de Santa Cruz de la Sierra. El antaño capitán que puso fin a la enrancia boliviana de Ernesto “Che” Guevara reside en el país cuyo presidente, Evo Morales, profesa las ideas del Che y fue electo por un poderoso movimiento social con sólidas bases en esa sensibilidad política. De Vallegrande a la Bolivia más grande e igualitaria propuesta por Morales, Prado ha visto desfilar infinitos cambios. Hoy habla sobre la transformación que marca una frontera en la historia de su país, y también del otro episodio, de aquel momento casi eterno, siempre abierto a los interrogantes, a las dudas, a las proyecciones, a los sueños de lo que pudo ser y a la realidad de lo que fueron los inexplicables días del Che en el corazón de las tinieblas.–Usted es uno de los personajes de la historia latinoamericana. Ha estado en el centro de episodios muy distintos de la historia de su país, desde la captura del Che hasta el momento actual, en donde usted se ha candidateado a la Asamblea Constituyente. De militar a demócrata, ¿qué ha cambiado en la historia?–En el caso de América latina en general y de Bolivia en particular siempre ha habido factores internos y externos. En la década de los ’60 había corrientes dominantes: había surgido Cuba y el modelo estaba en efervescencia. Al mismo tiempo, existía una presión de los Estados Unidos para la instauración de gobiernos militares. Estados Unidos se estaba enloqueciendo entre Europa y Vietnam, no tenía posibilidades de atender América y les dijo a los militares: “A ver, muchachos, háganse cargo ustedes de este problema del comunismo, hagan que no prospere”. Y ahí vino el castigo: se cayeron todos los gobiernos, hasta gobiernos tan probadamente constitucionales como los de Uruguay o Chile. Ambos cayeron en la corriente. Está entonces esa tendencia externa que se apoya en las ambiciones militares internas. Ambos objetivos coinciden y por eso tenemos 20 años de un ciclo de gobiernos militares en América latina. Ese ciclo termina cuando el presidente Jimmy Carter llega a la Casa Blanca y dice “basta de dictadores”. Ahí nos vino la fiebre electoral y en pocos años nos democratizamos todos. Pero la bomba de tiempo que tenemos ahora es que no le hemos resuelto los problemas a la gente.–Pero estamos en el país del Evo y en el país del Che. Usted combatió al segundo y participa a su manera en el proceso que encarna el primero. Usted estuvo en un momento de la historia y ahora es protagonista del otro. ¿En qué se equivocó el Che y en qué no tiene que equivocarse Evo Morales?–El Che se equivocó al contradecir lo que él mismo había escrito. En su libro de la guerra de guerrillas dice “en un país donde se mantengan las formas democráticas, al menos con apariencia, es imposible hacer la revolución”. Aquí teníamos un gobierno democrático, elegido, con un gobernante popular como era Barrientos, el Congreso funcionaba y había libertad de prensa. Y el Che vino a hacer la revolución. ¿Cómo lo explica usted? Se equivocó en elegir a Bolivia, ése fue su primer gran error. El segundo gran error que cometió fue dividir sus fuerzas. La falta de previsión lo llevó a eso. Hay un momento en que la guerrilla se divide en dos grupos, cuando van y lo dejan a Regis Debray y nunca más vuelven a encontrarse los dos grupos. Eso es un error infantil. Nunca más se encontraron. Deambularon en el bosque de un lado a otro hasta que fueron derrotados por separado. El tercer error que cometió es que cuando se ve que la cosa ya no va, ¿para qué persistir? Si usted lee el Diario del Che y habla con Benigno (compañero del Che en la campaña de Bolivia), esos últimos días son totalmente surrealistas. Sabían que el ejército se les estaba viniendo encima. En vez de dispersarse y decir bueno, hasta otro día camaradas, dejamos los fusiles, nos compramos un pantalón y una camisa, nos sacamos la barba y sálvese quien pueda. No, siguieron marchando.–¿Y Evo Morales? ¿Qué error no debería cometer?–El error que no tiene que cometer es salirse del marco democrático. Tiene que respetar las reglas del juego. Hasta ahora ha respetado algunas y con mucha habilidad ha soslayado otras. Pero eso en algún rato se lo van a cobrar. No se puede gobernar por decreto cuando hay leyes, no se puede decir cambiamos la Constitución para cambiar todo así porque sí. Está bien, iremos a la Constituyente, pero ¿si no sale como él quiere? ¿Qué va a pasar? ¿Se va a enojar? Lo otro tiene que ver son sus amiguitos, porque eso no le gusta a mucha gente. En América latina somos exageradamente nacionalistas. Entonces, a Evo, que se jacta de ser nacionalista, le van a cobrar si aparece recibiendo consignas de afuera.–A usted le parece positiva la llegada al poder de Evo Morales o, al contrario, es algo negativo.–No, yo creo que es un hecho positivo, desde luego que sí. Es positivo porque representa un cambio en la mentalidad de la gente y se presenta también como la consolidación de un proceso democrático iniciado hace más de 50 años. Es un paso muy positivo para el país, para que nos integremos todos de una buena vez. Es obvio que ha habido discriminación y abusos de algunas clases.–Sacando el camino de la lucha armada, Evo Morales, que llegó al poder mediante las urnas, está nutrido por muchas de las ideas del Che que usted mismo combatió.–Pero no son ideas del Che, son ideas del ciudadano común.–Ahora es así, antes no tanto.–No, ¿por qué? No me va a decir que el ciudadano común no tenía sus aspiraciones de trabajo, de educación y de salud antes de que aparezca el Che Guevara. Hace dos mil años Jesucristo andaba proclamando lo mismo. No son ideas del Che. Acá ha habido una gran operación mediática de muchos años para crear el mito, pero ¡hágame el favor! Las ideas no son del Che. Son las aspiraciones naturales del ser humano.Fuente: Página/12, 18 de agosto 2006
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