Augusto César SandinoCronologíaManifiesto políticoAcuerdo sobre los traidores a la PatriaLuz y VerdadCircular a las autoridades localesNota al capitán HatfieldENLACES RELACIONADOSSandino.org Fundacion Augusto César Sandino Frente Sandinista Sandino.info Sandinovive.org La voz del sandinismoLECTURAS RECOMENDADASSandino, general de hombres libres, Gregorio SelserEl pequeño ejército loco, Gregorio Selser
Augusto César Sandino"Nosotros iremos hacia el sol de la libertad o hacia la muerte; y si morimos, nuestra causa seguirá viviendo. Otros nos seguirán." "En uno de aquellos días manifesté a mis amigos que si en Nicaragua hubieran cien hombres que la amaran tanto como yo, nuestra nación restauraría su soberanía absoluta, puesta en peligro por el mismo imperialismo yanqui. Mis amigos me contestaron que posiblemente habría en Nicaragua ese número de hombres, o más..." Gnrl. Augusto C. Sandino Nació en el 18 de mayo de 1895 en Niquinohomo, departamento de Masaya. Su madre fue una humilde campesina llamada Margarita Calderón, que se desempeñaba como doméstica y obrera agrícola; su padre fue Gregorio Sandino, un mediano propietario, productor agrícola. Su infancia transcurrió al lado de su madre; ahí conoció y sufrió toda clase de miserias y privaciones. A los once años pasó a vivir a casa de su padre. "Mi mayor honra es surgir del seno de los oprimidos, que son el alma y nervio de la raza." En plena adolescencia Sandino fue testigo de la primera gran intervención militar del imperialismo norteamericano en Nicaragua que culminó con el asesinato del general Benjamín Zeledón. "Era yo un muchacho de 17 años y presencié el destace de nicaragüenses en Masaya y otros lugares de la República, por las fuerzas filibusteras norteamericanas. Personalmente miré el cadáver de Benjamín Zeledón, quien fue sepultado en Catarina, pueblo vecino al mío. La muerte de Zeledón me dio la clave de nuestra situación nacional frente al filibusterismo norteamericano; por esa razón, la guerra en que hemos estado empeñados, la consideramos una continuación de aquella." A la edad de 20 años Sandino deja la casa de su padre para buscar la manera de hacer su vida por sí mismo, y así recorre haciendas y plantaciones trabajando como ayudante de mecánica, volviendo más tarde a Niquinohomo para dedicarse al comercio de granos. Posteriormente, Sandino sale hacia Honduras, empleándose en La Ceiba como guardalmacén del Ingenio Montecristo, propiedad de la Honduras Sugar and Distilling Company.
Mini documental sobre Sandino
En el año 1923 deja Honduras y llega a Guatemala, donde se coloca en las plantaciones de la United Fruti Company en Quiriguá; ese mismo año sigue su viaje hacia México, donde comienza a trabajar en Tampico para la South Pennsylvania Oil Company. En 1925 pasa al campamento de la Huasteca Petroleum Company, en Cerro Azul, estado de Veracruz, donde permanece hasta su regreso a Nicaragua en junio de 1926.
Estando en México, Sandino se vincula con líderes sindicales, obreros, militantes socialistas, anarquistas y masones. Es ahí donde conoce las luchas sindicales, la agresión yanqui contra México por el control de los yacimientos petroleros, de la propia Revolución Mexicana y, en fin, del progreso de las luchas de la clase trabajadora. "...en vista de los abusos de Norteamérica en Nicaragua, partí de Tampico, México, el 18 de mayo de 1926 -en donde me encontraba prestando mis servicios materiales a la compañía yanqui- para ingresar al Ejército Constitucionalista de Nicaragua, que combatía contra el régimen impuesto por los banqueros yanquis en nuestra república." A su regreso a Nicaragua, el país se encontraba sacudido por una guerra civil, llamada Constitucionalista, resultado de la lucha entre los liberales y conservadores por el control del poder político. En esta guerra, los conservadores, una vez más, habían solicitado la intervención yanqui para mantenerse en el poder. Dentro de ésta guerra, Sandino aparece como una nueva fuerza que representa las aspiraciones populares contra la dominación que casi dos décadas había ejercido el imperialismo norteamericano en Nicaragua.
ACUERDO SOBRE LOS TRAIDORES DE LA PATRIA"Son traidores a la Patria: Todo nicaragüense que con miras políticas trafique con la honra de la nación, solicitando apoyo oficial de los invasores de la patria, así como el gobierno de la Casa Blanca... El que prestare ayuda a los invasores y traidores para asesinar a los patriotas nicaragüenses que están defendiendo la soberanía nacional." Ya en Nicaragua, se emplea en el mineral de San Albino en donde logra constituir, con algunos mineros, la primera célula sandinista con la que daría inicio a su propia batalla dentro de la Guerra Constitucionalista. El primer combate se da en El Jícaro. La falta de experiencia de la columna sandinista, la escasez y pésima calidad de las armas harían que sufrieran una derrota, pero aquella pérdida sólo serviría para reafirmar su vocación de lucha.
Posteriormente, Sandino reagrupa a su gente y, después de dejarla bajo seguro en el cerro El Chipote, se dirige con unos pocos hombres hacia la Costa Atlántica donde estaba el grueso de las tropas liberales, viajando en pipantes sobre el Río Coco, en medio de la selva, en una travesía de muchos días y de muchas penalidades que no podía realizarse sin la ayuda de los indígenas zambos y misquitos que pueblan la zona. Soldados sandinistas durante la guerra, esos indígenas formarían una eficiente aunque primitiva marina de guerra con pipantes, llevando por el río guerrilleros, municiones y alimentos.
Get this widget
Track details
eSnips Social DNA
Allá va el general - Carlos Mejía Godoy
El 14 de mayo de 1927, el imperialismo norteamericano puso fin a la Guerra Constitucionalista, haciendo que liberales y conservadores firmaran el pacto de El Espino Negro, donde se plantea el desarme general, la creación de la Guardia nacional (GN) y la supervisión de las elecciones por parte de los marines, terminándose así con las hostilidades.
Sandino es el único de los generales que rechaza la imposición yanqui y decide continuar la lucha hasta expulsar a los marines, teniendo que enfrentarse a traidores e invasores, en una larga lucha de liberación nacional. "Ya en el teatro de los acontecimientos me encontré con que los dirigentes políticos, conservadores y liberales son una bola de canallas, cobardes y traidores, incapaces de poder dirigir a un pueblo patriota y valeroso." El 1ro. De julio de 1927, Sandino lanza su primer manifiesto: "A los nicaragüenses, a los Centroamericanos, a la Raza Indohispana. ...ante la patria y ante la Historia, juro que mi espada defenderá el decoro nacional y dará la redención a los oprimidos. Acepto el reto del cobarde coloso invasor y de los traidores a la Patria. Nuestros pechos serán murallas donde se estrellen sus hordas, pues tengo la firme convicción de que cuando hallan matado al último de mis soldados, más de un batallón de los de ellos habrá mordido el polvo de mis agrestes montañas." El día 16 de julio de 1927, Sandino atacó la ciudad de Ocotal, en el departamento de Nueva Segovia, protegida por una guarnición de marines; con aquella batalla, que duró desde las horas del amanecer hasta la tarde, el mundo sabía que la guerra de liberación había comenzado. "Cuando murió (Coronel Rufo Marín), era jefe de mi Estado Mayor, pero sin grado oficial, porque apenas estábamos comenzando. Murió en la primera batalla que tuvimos en el Ocotal, peleando como un león, al frente de su columna, en el asalto al cuartel de los marinos, el 16 de julio de 1927. Fue mi primer brazo derecho y gran alentador. Lo sentí inmensa y fraternalmente." El día 2 de septiembre de 1927, Sandino y sus hombres suscriben el documento oficial de constitución del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua. El número de efectivos del Ejército Defensor varió, de entre 2000 a 6000 soldados que llegó a tener en la época de expansión más grande de sus operaciones, en 1930-1932. Sus columnas estaban bajo el mando cada una de un general, y cada una tenía a su cargo un área territorial de operaciones militares, organización civil y paramilitar, recolección de impuestos, lo mismo que para la organización de la producción agrícola. En esas áreas llegaron a funcionar escuelas de primeras letras para los soldados y los campesinos. En los cuarteles de la montaña había también niños huérfanos de guerra, que se les conocía como el "Coro de Angeles". Asistían a las emboscadas, y su papel consistía en dar gritos, vivas y hacer toda clase de ruidos, dando unas veces la impresión de que el número de sandinistas era mayor, y otras, que llegaban refuerzos. Estos niños, cuando crecían, llegaban a ser soldados regulares y debían conquistar su propio fusil, como el caso del coronel Santos López. "Nuestro ejército es el más disciplinado, abnegado y desinteresado en todo el mundo terrestre, porque tiene conciencia de su alto papel histórico." "Nuestro ejército, por la magnitud de su lucha, constituye una autoridad moral continental."
Combatientes internacionalistas acudieron al llamado de la lucha antiimperialista de Nicaragua; intelectuales, estudiantes y obreros llegaban de distintos puntos de América Latina hasta Las Segovias a prestar servicio militar; los hubo de México, El Salvador, Guatemala, Costa Rica, Republica Dominicana, Venezuela, Colombia, Honduras. Algunos como soldados de línea, otros sirvieron en el Estado Mayor como secretarios de Sandino; varios allí murieron. "El amor a mi patria lo he puesto sobre todos los amores y tú debes convencerte que para ser feliz conmigo, es menester que el sol de la libertad brille en nuestras frentes." Carta de Sandino a Blanca Aráuz. "Los actos de heroísmo de las mujeres que colaboraron en el ejército, no sólo son muchísimos, sino que además las mayoría requieren largas historias para explicar los sacrificios que sufrieron y los peligros que enfrentaron por amor a la patria y todas, campesinas, maestras de escuelas, enfermeras, amas de casa y aún señoritas de sociedad, rindieron servicios sin los cuales nuestra guerra no habría sido posible." Para hacer frente a aquellas perspectivas de una guerra larga, Sandino sabe que necesitará mucho mas recursos de los que tiene, ya que sus armas son los pocos rifles anticuados de la pasada guerra civil, o los que se recuperan a los marines en las emboscadas y combates. Por eso decide, en enero de 1929, escribir al presidente de México, Emilio Portes Gil, pidiéndole la autorización de viajar hacia allá, llevando en mente buscar personalmente la ayuda que necesita, ya que los comités más entusiastas de apoyo a la lucha están en México. En mayo de 1929, Sandino sale hacia Honduras en viaje a México, arribando en 28 de junio al puerto de Veracruz, donde es recibido por una miltitud. Va acompañado por sus lugartenientes que pertenecen a las brigadas internacionalistas: Farabundo Martí, Rubén Ardila Gómez, José de Paredes, Gregorio Gilbert. Allí se les juntaría también su hermano Sócrates, quien llegaba de Estados Unidos, donde había participado en los mitines sandinistas en Nueva York. Sandino definió así el carácter de su lucha: "Este movimiento es nacional y antimperialista. Mantenemos la bandera de libertad para Nicaragua y para toda Hispanoamérica. Por lo demás en el terreno social, este movimiento es popular..." Durante el período de 1927 a 1932, Sandino y el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua libraron más de 500 heroicos combates. "De esta manera sangrienta, han sido una vez más castigados los asesinos extraños y los patricidas que durante tanto tiempo han humillado la soberanía de amada Nicaragua." Después de haber derrotado la intervención militar norteamericana y dadas las condiciones internas e internacionales que existían, Sandino decide el 2 de febrero de 1933 firmar un Convenio de Paz con el presidente Sacasa, sin que esto significara que hubiera abandonado su programa de lucha. "La paz se firmó para evitar el regreso de la intervención armada que apenas estaba detrás de la puerta, esperando regresar antes de un año... Ese es el secreto por el cual no salgo del Norte, para estar pendiente de todos los momentos en que se presente la oportunidad de restaurar también nuestra independencia política-económica." Después de firmado el convenio, Sandino viaja varias veces a Managua a entrevistarse con Sacasa para discutir las violaciones que ha dicho convenio hacía la Guardia Nacional, asesinando y persiguiendo a los miembros del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua. La noche del 21 de febrero de 1934, cuando Sandino regresaba de casa presidencial, después de haber hablado con el presidente Sacasa, es detenido frente al cuartel del Campo de Marte por una patrulla de la Guardia Nacional. Don Gregorio Sandino y Sofonías Salvatierra son conducidos a prisión, mientras que los generales Sandino, Estrada y Umanzor son llevados al lugar de su ejecución, siendo fríamente asesinados a los pocos minutos. La orden del imperialismo y del jefe director de la GN, Anastasio Somoza García, había sido cumplida. Aquellos que creyeron que con el asesinato de Sandino perecía una línea política, militar e ideológica, estaban equivocados; el sandinismo se hallaba arraigado en la conciencia de nuestro pueblo, buscando completar la obra iniciada por el Padre de la Revolución Popular y Antiimperialista. Es así como surge el Frente Sandinista de Liberación Nacional, FSLN, heredero y continuador del programa popular y antiimperialista del general Sandino. Fuente: Congreso Bolivariano de los Pueblos
Augusto Sandino - CronologíaAugusto Nicolás Calderón Sandino nace el 18 de mayo de 1895 en Niquinohomo, departamento de Masaya. De niño, trabaja con su madre recolectando café en las plantaciones del Pacífico nicaragüense. En octubre de 1909 una insurrección apoyada por Estados Unidos provoca la renuncia del presidente José Santos Zelaya. Asume el cargo José Madriz, pero en febrero de 1910 tropas norteamericanas desembarcan en Corinto y provocan también su renuncia. Luego de múltiples maniobras toma el poder Adolfo Díaz, tenedor de libros de una empresa minera norteamericana y aliado incondicional de Washington. Estados Unidos otorga un par de empréstitos a Nicaragua y toma, en garantía, el control de las aduanas, el Ferrocarril Nacional, los vapores del Gran Lago y fondos no utilizados de otro préstamo. En julio de 1912 estalla una sublevación en contra del títere Díaz. Tropas norteamericanas desembarcan en Corinto. Benjamín Zeledón enfrenta a los invasores y muere en combate el 4 de octubre . A sus 17 años Sandino queda muy impresionado con la imagen del patriota. En 1916 trabaja como ayudante de mecánica cerca de la frontera con Costa Rica. Viaja a Honduras en 1920 y a Guatemala en 1923, donde trabaja en las plantaciones de la United Fruit. Marcha a México y trabaja para empresas petroleras en Tampico y Cerro Azul. En agosto de 1925, Estados Unidos retira sus tropas de Nicaragua; la ocupación ha durado 13 años. Permanecen, sin embargo, los instructores de la Constabulary , antecesora de la Guardia Nacional. Golpe militar del general Emiliano Chamorro en octubre. Washington se niega a reconocerlo. En mayo de 1926 ocurre un alzamiento liberal en contra de Chamorro. Tropas norteamericanas desembarcan en Bluefields. Al enterarse del inicio de la Guerra Constitucionalista, Sandino parte rumbo a Nicaragua a donde llega el 1 de junio. El 26 de octubre de 1926 se alza en armas con algunos trabajadores del mineral de San Albino y se incorpora a la causa constitucionalista. El 2 de noviembre, en su primer enfrentamiento contra las tropas conservadoras en El Jícaro, sufre su primera derrota. El 24 de diciembre, tropas norteamericanas desembarcan en Puerto Cabezas. Al día siguiente , Sandino consigue armas y municiones con ayuda de prostitutas del puerto. El general José María Moncada le ordena regresarlas en una entrevista que sostienen en Prinzapolka; logra conservar las armas e inicia el retorno a Las Segovias. En enero de 1927, tropas norteamericanas desembarcan en Corinto. En febrero, Sandino se instala en El Yucapuca e inicia en San Juan de Segovia una campaña militar victoriosa; participa en un gran número de combates. Las tropas conservadoras son totalmente derrotadas y Moncada trata de deshacerse de él enviándolo a Boaco. A principios de mayo de 1927 mantiene un intercambio epistolar con Moncada sobre los términos del armisticio que éste ha logrado con Henry Stimson, delegado del presidente Calvin Coolidge en Nicaragua. El 12 demayo de 1927 en una circular dirigida a las autoridades locales de todos los departamentos anuncia su determinación de continuar la lucha hasta el retiro de las tropas norteamericanas de ocupación. El 18 de mayo se casa con Blanca Aráuz. El 1 de julio de 1927 emite su primer Manifiesto Político dirigido al pueblo de Nicaragua desde su campamento en Mineral de San Albino. El 14 de julio responde a la propuesta de rendición que le hiciera Gilbert Hatfield, capitán de los marines . El 16 de julio, después de una batalla de 15 horas, toma por unas horas El Ocotal. La aviación norteamericana bombardea y ametralla el poblado causando 300 muertos entre la población civil. Combate en varias ciudades y se retira hacia su campamento de El Chipote; inicia la guerra de guerrillas. El 2 de septiembre de 1927 se constituye el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua. El 14 de noviembre suscribe el Acuerdo sobre los traidores a la Patria . En diciembre, los gobiernos de Coolidge y Díaz acuerdan la transformación de la Constabulary en Guardia Nacional. Después de varios días de «combate», el 26 de enero de 1928 los marines alcanzan finalmente la cumbre de El Chipote y encuentran sólo muñecos de zacate. El 22 de junio de 1928 el dirigente comunista salvadoreño Farabundo Martí se incorpora a las filas del sandinismo. El 6 de noviembre de 1928 , en elecciones organizadas y supervisadas por los marines , es electo presidente el traidor Moncada. El 23 de mayo de 1929 sale de Nicaragua con rumbo a México buscando, infructuosamente, el apoyo del presidente mexicano Emilio Portes Gil. Sus generales prosiguen la lucha. Regresa a Nicaragua el 16 de mayo de 1930. El 31 de diciembre de 1930 las tropas de Miguel Ángel Ortez emboscan una patrulla de marines en Achuapa. El 15 de febrero de 1931 suscribe su manifiesto Luz y Verdad . En noviembre de 1932, Juan Bautista Sacasa es electo presidente. Poco antes había solicitado la permanencia de los marines , sin embargo, en esta ocasión Washington se niega. El 1 de enero de 1933 triunfa la causa sandinista al retirarse los invasores norteamericanos de territorio nicaragüense. Sacasa asume la presidencia y el «general» Anastacio Somoza García la jefatura de la Guardia Nacional. Sandino viaja a Managua en febrero y firma un tratado de paz. El 20 de mayo viaja nuevamente a Managua para quejarse con Sacasa por los constantes ataques de la Guardia Nacional en contra de su gente. Regresa el 30 de noviembre por la misma razón sin obtener resultados. El 21 de febrero de 1934 al bajar la loma de Tiscapa, después de una cena con Sacasa, es capturado y posteriormente asesinado con los generales Francisco Estrada y Juan Pablo Umanzor por orden de Somoza García. Poco antes, su hermano Sócrates había corrido la misma suerte. El coronel Santos López, quién participará posteriormente en la fundación del Frente Sandinista de Liberación Nacional, logra escapar. El 23 de agosto de 1934 , el Congreso decreta una amnistía para todos los crímenes cometidos por la Guardia Nacional.
Fuente: Congreso Bolivariano de los Pueblos
Manifiesto políticoPor Augusto Sandino El hombre que de su patria no exige un palmo de tierra para su sepultura, merece ser oído, y no sólo ser oído sino también creído. Soy nicaragüense y me siento orgulloso de que en mis venas circule, mas que cualquiera, la sangre india americana que por atavismo encierra el misterio de ser patriota leal y sincero; el vínculo de nacionalidad me da derecho a sumir la responsabilidad de mis actos en las cuestiones de Nicaragua y, por ende, de la América Central y de todo el Continente de nuestra habla, sin importarme que los pesimistas y los cobardes me den el título que a su calidad de eunucos más les acomode. Soy trabajador de la ciudad, artesano como se dice en este país, pero mi ideal campea en un amplio horizonte de internacionalismo, en el derecho de ser libre y de exigir justicia, aunque para alcanzar ese estado de perfección sea necesario derramar la propia y la ajena sangre. Que soy plebeyo dirán los oligarcas o sean las ocas del cenagal. No importa: mi mayor honra es surgir del seno de los oprimidos, que son el alma y el nervio de la raza, los que hemos vivido postergados y a merced de los desvergonzados sicarios que ayudaron a incubar el delito de alta traición: los conservadores de Nicaragua que hirieron el corazón libre de la Patria y que nos perseguían encarnizadamente como si no fuéramos hijos de una misma nación. Hace diecisiete años Adolfo Díaz y Emiliano Chamorro dejaron de ser nicaragüenses, porque la ambición mató el derecho de su nacionalidad, pues ellos arrancaron del asta la bandera que nos cubría a todos los nicaragüenses. Hoy esa bandera ondea perezosa y humillada por la ingratitud e indiferencia de sus hijos que no hacen un esfuerzo sobrehumano para libertarla de las garras de la monstruosa águila de pico encorvado que se alimenta con la sangre de este pueblo, mientras en el Campo Marte de Managua flota la bandera que representa el asesinato de pueblos débiles y enemistad de nuestra raza. ¿Quiénes son los que ataron a mi patria al poste de la ignominia? Díaz y Chamorro y sus secuaces que aún quieren tener derecho a gobernar esta desventurada patria, apoyados por las bayonetas y las Springfield del invasor. ¡No! ¡Mil veces no! La revolución liberal está en pie. Hay quienes no han traicionado, quienes no claudicaron ni vendieron sus rifles para satisfacer la ambición de Moncada. Está en pie y hoy más que nunca fortalecida, porque sólo quedan en ella elementos de valor y abnegación. Moncada el traidor faltó naturalmente a sus deberes de militar y de patriota. No eran analfabetos quienes le seguían y tampoco era él un emperador, para que nos impusiera su desenfrenada ambición. Yo emplazo ante los contemporáneos y ante la historia de ese Moncada desertor que se pasó al enemigo extranjero con todo y cartuchera. ¡Crimen imperdonable que reclama vindicta! Los grandes dirán que soy muy pequeño para la obra que tengo emprendida; pero mi insignificancia está sobrepujada por la altivez de mi corazón de patriota, y así juro ante la Patria y ante la historia que mi espada defenderá, el decoro nacional y que será redención para los oprimidos. Acepto la invitación a la lucha y yo mismo la provoco y al reto del invasor cobarde y de los traidores de mi Patria, contesto con mi grito de combate y mi pecho y el de mis soldados formarán murallas donde se lleguen a estrellar legiones de los enemigos de Nicaragua. Podrá morir el último de mis soldados, que son los soldados de la libertad de Nicaragua, pero antes, más de un batallón de los vuestros, invasor rubio, habrán mordido el polvo de mis agrestes montañas. No seré Magdalena que de rodillas implore el perdón de mis enemigos, que son los enemigos de Nicaragua, porque creo que nadie tiene derecho en la tierra a ser semidiós. Quiero convencer a los nicaragüenses fríos, a los centroamericanos indiferentes y a la raza indohispana, que en una estribación de la cordillera andina, hay un grupo de patriotas que sabrán luchar y morir como hombres.
Himno de la unidad sandinista
Venid, gleba de morfinómanos; venid a asesinarnos en nuestra propia tierra, que yo os espero a pie firme al frente de mis patriotas soldados, sin importarme el número de vosotros; pero tened presente que cuando esto suceda, la destrucción de vuestra grandeza trepidará en el Capitolio de Washington, enrojeciendo con vuestra sangre la esfera blanca que corona vuestra famosa White House, antro donde maquináis vuestros crímenes. Yo quiero justificar a los gobiernos de Centro América, mayormente al de Honduras, que mi actitud no debe preocuparle, creyendo que porque tengo elementos más que suficientes, invadiría su territorio en actitud bélica para derrocarlo. No. No soy un mercenario sino un patriota que no permite un ultraje a nuestra soberanía. Deseo que, ya que la naturaleza ha dotado a nuestra patria de riquezas envidiables y nos ha puesto como el punto de reunión del mundo y que ese privilegio natural es el que ha dado lugar a que seamos codiciados hasta el extremo de querernos esclavizar, por lo mismo anhelo romper la ligadura con que nos ha atado el nefasto chamorrismo. Nuestra joven patria, esa morena tropical, debe ser la que ostente n su cabeza el gorro frigio con el bellísimo lema que simboliza nuestra divisa «Rojo y Negro» y no la violada por aventureros morfinómanos yankees traídos por cuatro esperpentos que dicen haber nacido aquí en mi Patria. El mundo sería un desequilibrio permitiendo que sólo los Estados Unidos de Norte América sean dueños de nuestro Canal, pues sería tanto como quedar a merced de las decisiones del Coloso del Norte -de quién tendría que ser tributario- los absorbentes de mala fe, que quieren aparecer como dueños sin que justifiquen tal pretensión. La civilización exige que se abra el Canal de Nicaragua, pero que se haga con capital de todo el mundo y no sea exclusivamente de Norte América, pues por lo menos la mitad del valor de las construcciones deberá ser con capital de la América Latina y la otra mitad de los demás países del mundo que desean tener acciones en dicha empresa, y que los Estados Unidos de Norte América sólo pueden tener los tres millones que les dieron a los traidores Chamorro, Díaz y Cuadra Pasos; y Nicaragua, mi Patria, recibirá los impuestos que en derecho y justicia le corresponden, con lo cual tendríamos suficientes ingresos para cruzar de ferrocarriles todo nuestro territorio y educar a nuestro pueblo en el verdadero ambiente de democracia efectiva, y asimismo seamos respetados y no nos miren con el sangriento desprecio que hoy sufrimos. Pueblo hermano: al dejar expuestos mis ardientes deseos por la defensa de la Patria, os acojo en mis filas sin distinción de color político, siempre que vuestros componentes vengan bien intencionados, pues tened presente que a todos se puede engañar con el tiempo, pero con el tiempo no se puede engañar a todos. Mineral de San Albino, Nueva Segovia, Nicaragua, 1 de julio de 1927 Patria y Libertad A. C. SANDINO
Acuerdo sobre los traidores a la PatriaPor Augusto Sandino Cuartel General de los Defensores del Derecho Nacional de Nicaragua. Augusto C. Sandino, General en Jefe del Ejército Defensor de la Soberanía de Nicaragua, en uso de las facultades concedidas por el mismo Ejército y en apoyo de la Constitución Política de su Patria, hace saber a todo el pueblo nicaragüense lo siguiente: ACUERDO Son traidores a la Patria Todo nicaragüense que con miras políticas traficare con la honra de la nación, solicitando apoyo oficial de los conquistadores de Nicaragua, así como del gobierno de la Casa Blanca y el que saliere del país como representante del gobierno espurio del traidor Adolfo Díaz. El que haya celebrado pactos secretos con el enemigo, ya sea como jefe militar o como jefe civil. El que prestare ayuda a los invasores y traidores para asesinar a los patriotas nicaragüenses que están defendiendo la Soberanía Nacional. El que suministrare informes, verbalmente o por escrito, declarando contra sus conciudadanos. El que solicitare protección de los invasores con el pretexto de defender sus intereses, ya sea nacional o extranjero. A tales delincuentes les será aplicada la misma pena que la Constitución Política señala para los traidores a la Patria. Al mismo tiempo hago saber a la sociedad nicaragüense, al pueblo con quien me unen los más estrechos vínculos que me obligan a defender sus derechos, y a los extranjeros radicados en el país: Que siendo el Ejército Defensor de la Soberanía de Nicaragua una institución perfectamente organizada y disciplinada, dará toda clase de garantías efectivas a nacionales y extranjeros siempre que guarden estricta neutralidad. Dado en El Chipote, a los catorce días del mes de noviembre de 1927. Patria y Libertad. - A. C. Sandino
Luz y Verdad Por Augusto SandinoManifiesto a los miembros de nuestro Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua Impulsión divina es la que anima y protege a nuestro Ejército, desde su principio y así lo será hasta su fin. Ese mismo impulso pide en Justicia de que todos nuestros hermanos miembros de este Ejército principien a conocer en su propia Luz y Verdad, de las leyes que rigen el Universo. Pues bien hermanos: Todos vosotros presentís una fuerza superior a si mismos y a todas las otras fuerzas del Universo. Esa fuerza invisible tiene muchos nombres, pero nosotros lo hemos conocido con el nombre de Dios. Seguramente de que entre vosotros hay muchos quienes han querido encontrar la oportunidad de quien les explique esas cosas tan hermosas. Pues bien hermanos: Lo que existió en el Universo, antes de las cosas que se pueden ver o tocar, fue el éter como sustancia única y primera de la Naturaleza (materia). Pero antes del éter, que todo lo que llena en el Universo, existió una gran voluntad; es decir, un gran deseo de Ser lo que no era, y que nosotros lo hemos conocido con el nombre de Amor. Por lo explicado se deja ver que el principio de todas las cosas es el Amor: o sea Dios. También se le puede llamar Padre Creador del Universo. La única hija del Amor, es la Justicia Divina. La injusticia no tiene ninguna razón de existir en el Universo, y su nacimiento fue de la envidia y antagonismo de los hombres, antes de haber comprendido su espíritu. Pero la incomprensión de los hombres solamente es un tránsito de la vida universal: y cuando la mayoría de la humanidad conozcan de que viven por el Espíritu, se acabara para siempre la injusticia y solamente podrá reinar la Justicia Divina: única hija del Amor. Pues bien hermanos: Muchas veces habréis oído hablar de un Juicio Final del mundo. Por Juicio Final del mundo se debe comprender la destrucción de la injusticia sobre la tierra y reinar el Espíritu de Luz y Verdad, o sea el Amor. También habréis oído decir de que en este siglo veinte, o sea en el Siglo de las Luces, es la época de que estaba profetizado el Juicio Final del Mundo. Pues bien hermanos: El siglo en cuestión se compone de cien años y ya vamos corriendo sobre los primeros treinta y uno; lo que quiere decir de que esa hecatombe anunciada deberá de quedar definida en estos últimos 69 años que faltan. No es cierto que San Vicente tenga que venir a tocar trompeta, ni es cierto de que la tierra vaya a estallar y que después se hundiría; No. Lo que ocurrirá es lo siguiente: Que los pueblos oprimidos romperán las cadenas de la humillación, con que nos han querido tener postergados los imperialistas de la tierra. Las trompetas que se oirán van a ser los clarines de guerra, entonando los himnos de la libertad de los pueblos oprimidos contra la injusticia de los opresores. La única que quedara hundida para siempre es la injusticia; y quedara el reino de la Perfección, el Amor; con su hija predilecta la Justicia Divina. Cábenos la honra hermanos: de que hemos sido en Nicaragua los escogidos por la Justicia Divina, a principiar el juicio de la injusticia sobre la tierra. No temáis mis queridos hermanos; y estad seguros, muy seguros y bien seguros de que muy luego tendremos nuestro triunfo definitivo en Nicaragua, con lo que quedara prendida la mecha de la "Explosión Proletaria" contra los imperialistas de la tierra. Sinceramente vuestro hermano. Cuartel General del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua. El Chipotón, Las Segovias, Nic. C. A. Febrero de 1931, 15 Feb. Patria y Libertad A. C. SANDINO
Circular a las autoridades locales de todos los departamentos Por Augusto Sandino (Yalí, 12 de mayo de 1927)
La ofensiva final - Video sobre el FSLN
Autoridades locales de todos los departamentos. Muy señores míos: Tengo el gusto y la satisfacción de saludarlos afectuosamente después de haber llevado a cabo una afortunada cruzada frente a las columnas enemigas, de la que daré a Uds. un detalle a grandes rasgos, para que no ignoren la actual situación del movimiento político militar que atraviesa nuestro país. El 11 de marzo salí con mi Ejército rumbo al campamento del general Moncada: la suerte estaba de parte mía y en el lugar llamado "El Bejuco" logró mi Ejército romper las cadenas que ahogaban la revolución. La sorpresa de ellos fue grande al ver flamear la bandera de la libertad en el corazón de sus campamentos; desde ese momento las fuerzas constitucionalistas se llenaron de entusiasmo, y cada día se celebraba un combate a favor nuestro. El momento decisivo estaba próximo; la última campanada había llegado para el conservadorismo, puesto que el ejército liberal contaba con 7,000 hombres bien equipados y rebosando de entusiasmo, mientras ellos sólo contaban con mil y tantos hombres propensos más que a luchar, a la deserción, de modo que el triunfo era nuestro en toda la línea. Habíamos vencido, pero he aquí que cuando nos disponíamos a hacer el último empuje y entrar triunfantes al Capitolio de Managua, el Coloso Bárbaro del Norte, o sea los norteamericanos; viendo que las fuerzas del gobierno perdían sus posiciones y teniendo ellos compromisos con Adolfo Díaz, propusieron al general Moncada un armisticio de 48 horas, para tratar de la paz de Nicaragua. Esto se prorrogó por 48 horas más. Como resultado de esas conferencias se han sentado las bases siguientes: Primero. Desarmar al ejército conservador, dejándonos a nosotros ocho días para efectuar el desarme de la revolución mediante estas bases: el gobierno daría al liberalismo seis departamentos: Jinotega, Matagalpa, Estelí, Ocotal y León y la Costa Atlántica; además, dos ministerios, el de Gobernación y el de Guerra, este último ofrecido al general Moncada, el cual no aceptó quedando siempre Díaz en la presidencia. Como comprenderán, la aceptación de tales proposiciones necesitaba la aprobación de todos los jefes de la revolución. Para esto se llevaron a cabo en Boaco unas conferencias, para tratar de la aceptación o no de las bases. Y como mi campamento estaba un poco retirado de Boaco, no concurrí a las conferencias, pero me encontré con la resolución de la mayoría de los jefes que es ésta: no aceptar a Díaz como presidente de Nicaragua. La resolución del coronel Stimson, enviado especial del gobierno norteamericano, reconoce perfectamente nuestro triunfo, pero habiendo el Departamento de Estado reconocido al gobierno de Díaz, está en el imprescindible deber de sostenerlo en la presidencia por la moralidad de sus compañeros; pero prometen el gobierno de los departamentos referidos; además, la libertad absoluta de imprenta y controlar las futuras elecciones; que de seguro el triunfo en esa lucha cívica será nuestro porque contamos con la mayoría. El A.B.C. de la América del Sur, o sean las repúblicas de Argentina, Brasil y Chile, han gestionado ante el Departamento de Estado Norteamericano para actuar como jueces en los asuntos de Nicaragua, lo que fue aceptado por ellos. Estos prescindirían de Sacasa y Díaz y propondrán sí, un gobierno liberal. Mi resolución es ésta: Yo no estoy dispuesto a entregar mis armas en caso de que todos lo hagan. Yo me haré morir con los pocos que me acompañan porque es preferible hacernos morir como rebeldes y no vivir como esclavos. Mientras tanto, permaneceré aquí esperando la determinación del general Stimson, respecto a nuestro asunto. Affmo. compañero y amigo, (f.) A. C. Sandino
Nota al Capitan Hatfield12 de Julio de 1927Campamento de El Chipote, Via San Fernando.Al Capitan G. D. HatfieldEl OcotalRecibi su comunicacion ayer y estoy entendido de ella. No me rendire y aqui los espero. Yo quiero patria libre o morir. No les tengo miedo; cuento con el ardor del patriotismo de los que me acompañan.Patria y Libertad A. C. Sandino
No hay comentarios:
Publicar un comentario